DROGAS, ALCOHOLISMO Y MENDICIDAD EN LAS CALLES DE GUAYAQUIL
PAREJAS DUERMEN EN LAS CALLES CON FRÍO Y HAMBRE COMIENDO DE LA BASURA
Mientras cientos de personas se quedan sin empleo fijo por la famosa frase de “achicar el tamaño del estado”, también vemos ancianos que reclaman sus liquidaciones por jubilación patronal y continúan esperando el pago de parte del gobierno nacional que ofreció cancelarles lo adeudado en menos de lo que “canta un gallo” sin haber cumplido el “amigo del cáncer”, lo dicho en una cadena nacional.
Los “científicos ministros” para aliviar el sufrimiento de los reclamantes, contratan un circo sobre hielo, nada más y nada menos que en dos millones cuatrocientos mil dólares, para que los ecuatorianos nos alegremos la vida, con hambre y necesidades.
Nuestra pregunta es: ¿Porque con ese dinero no se pagó a los jubilados del país? Estos veteranos que entregaron gran parte de su vida al desarrollo del Ecuador, cada día pierden la esperanza de tener ese dinero en su cuenta para vivir dignamente sus últimos años.
Causa tristeza y decepción la corrupción en las diversas entidades gubernamentales, desde Carondelet y asambleístas, que no hay dinero que alcance y es por esto que ha proliferado la mendicidad, el alcohol y la drogadicción en las calles de Guayaquil.
Vemos en las mañanas, en nuestro diario recorrido, parejas que duermen en la calle con frío y hambre, comiendo de la basura porque no tienen un lugar donde refugiarse y lo que es peor no tienen familia quien los acoja.
Vinieron con el sueño de encontrar un trabajo y un techo, ante tanta palabrería y charlatanería de ofrecimientos por radio y televisión de que el “Gobierno de Todos” les dará un “Buen Vivir” con “Casita para Todos” acompañado del “Médico del Barrio” y finalmente sean despedidos como ser humano en el cementerio con “Un entierro digno a los viejecitos”.
Nada de esto se ha cumplido, basta caminar por las céntricas calles de la urbe para que puedan palpar la realidad de lo que acontece, son familias enteras (padre, madre hijos) tapados con cartones, periódicos y lo que encuentren a su paso.
A los venezolanos que ingresaron ilegalmente al país, les dieron albergues con comida y techo para dormir, mientras consiguen un lugar seguro.
Parece raro que en su mismo territorio, los ecuatorianos seamos olvidados por los administradores de turno, bien dice el refrán: “en casa de herrero cuchillo de palo”, y esto es lo que sucede mis queridos feligreses.
A continuación las pruebas de lo aquí aseverado y son fotos del día de hoy a las 13h00.
*Aquí apreciamos a los “queridos viejecitos” tirados en las calles céntricas de la urbe, esperando que alguien les brinde ayuda. Esta es la prueba de lo que sucede en nuestro recortado y cercenado país cuántico. La publicidad del estado solo sirve para que los votantes crean que están trabajando cuando la realidad es esta mis queridos feligreses. Son fotos tomadas en las calles de Guayaquil no vayan a decir que es Venezuela, pueden pasar por las calles Lorenzo de Garaycoa y Manabí, Calicuchima y Lorenzo de Garaycoa, Venezuela y Chimborazo, Rumichaca y Ayacucho, Goyena y Chile, con tantos vehículos del MIES para traslado de payasos deben recoger a nuestros compatriotas y llevarlos a un lugar digno para que no sirva de vergüenza a los extranjeros que nos visitan.
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