CASONA UNIVERSITARIA, UNA ARQUITECTURA VIVIENTE QUE SE CAE EN PEDAZOS
JOYA ARQUITECTÓNICA LLEVA AÑOS DETERIORÁNDOSE EN PLENO CENTRO DE LA CIUDAD.
La Casona Universitaria, aquella casa señorial airosa y reverente, ubicada en las calles Chile, Chiriboga, Luzárraga y Chimborazo, continúa abandonada a su suerte, desde hace algunos años.
Por dentro cayéndose en pedazos y por fuera dando una mala imagen a propios y extraños con basura, borrachos y mendigos.
Todo por culpa de los rectores que fueron destituidos por corruptos, que despilfarraron las arcas universitarias y jamás hicieron algo, por lo menos, para ponerla a su altura.
Por este espacio lleno de historia constructiva y artística y la otra humana y dialéctica, transitaron con elegancia y dignidad figuras señeras de nuestra República: Clemente Huerta, Antonio Parra Velasco, Julián Coronel, Pedro Carbo, Alejo Lascano, el mismo Obispo Luis de Tola y tantos que sembraron con su huella la heredad histórica para su pueblo.
Por eso el viejo edificio exige su inmediata restauración, no puede estar mostrando su vergonzoso y deteriorado estado a miles de ciudadanos que transitamos por este céntrico sector de la urbe, debe y tiene que volver a la majestuosidad como centro de cultura y retornar a la arquitectura viviente que representa el pasado guayaquileño que fue cívico y universalista.
IDEAL RENACENTISTA
Los archivos de la época nos han dado a conocer que esa vieja edificación republicana fue construida originalmente en el año 1895.
Como tal respondió al primer siglo de autonomía política y su planteamiento renacentista, horizontal, regido por impostas, modulaciones geométricas y articuladas por fronteras triangulares y segmentadas, respondía al ideal clásico, inteligencia, idealización, universalidad y laicismo. Su estructura fue devorada por el fuego en 1902, y dio paso a otros esquemas constructivos.
CONCEPTO NEOCLÁSICO
En diciembre de 1902 siendo rector el Dr. Julián Coronel se encargó la elaboración de los planos al Arq. Rocco Queirolo y se dio paso al concepto neoclásico universitario.
Este movimiento fue el lenguaje arquitectónico del siglo XIX en Europa y América, porque representaba los ideales de la Revolución Francesa y los arquetipos del enciclopedismo.
Por eso retomó los símbolos helénicos, pero rejuvenecidos y encumbrados, con búsqueda de luz y espacio, con amplitud elegante y airosa para la época.
Sus ventanales se abrieron de par en par en medio de balcones, que se convirtieron en tribunas de juristas, revolucionarios y hombres de doctrina, convirtiéndose en sinónimo de libertad y acción.
TRES UNIVERSIDADES EN EL PAÍS
En el año 1906, era rector el Dr. Bartolomé Huerta y los Dres. Manuel Tama y Emilio Roca, eran Decanos de las Facultades de Jurisprudencia y Medicina, respectivamente.
En aquel entonces había tres Universidades en el Ecuador con 480 alumnos en total. La República sostenía a 54 alumnos becados en el exterior y el presupuesto general para la educación era de un millón ochocientos ochenta y tres mil setecientos cuatro sucres con veinticinco centavos, de los cuales correspondía a las tres universidades la cantidad de doscientos cuarenta y seis mil quinientos veintiséis con cuarenta centavos, cada una.
APARATO ADMINISTRATIVO DE AYER
Hasta 1996, funcionó en este edificio todo el aparato administrativo de la institución. Hoy sirve al personal docente, empleados, trabajadores y estudiantes en el local que pertenecía a la Facultad de Ingeniería Industrial, en la ciudadela universitaria.
JOYA ARQUITECTÓNICA.
La Casona Universitaria fue una joya arquitectónica, tenía áreas con espacio cultural, académico y artístico.
La planta baja contaba con un museo arquitectónico, histórico y moderno, biblioteca, sala de teatro, corredores que servían de galería, patios de exposiciones, terrazas para exposición al aire libre y una imprenta con algunas máquinas viejas.
PARANINFO SIMÓN BOLÍVAR
Es el principal escenario de la Casona Universitaria, tiene un mural que engalana el salón y que corresponde al pintor Oswaldo Guayasamín.
Fue reparada por la Fundación que lleva su nombre y se recuperó esta obra histórica que estuvo a punto de desaparecer.
Además se rescató el mobiliario original como bancas de hierro forjado y madera.
PATRIMONIO CULTURAL
Fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación el 26 de febrero de 1988 y ratificada el 7 de junio de 1990, mediante un Acuerdo Ministerial. En 1930 el personal administrativo se traslada al inmueble y 600 personas ocupaban el lugar.
En 1995 se inició el proyecto de restauración que fue financiado por el Banco Ecuatoriano de Desarrollo. Los terremotos de los últimos años acabaron con la mal realizada obra de quienes la “arreglaron”.
URGE RESTAURACIÓN
Es importante que se haga realidad este anhelo de los universitarios, pues no puede ser posible que se siga destruyendo aquel importante edificio patrimonial de la ciudad de Guayaquil.
Sabemos que se firmó un convenio con la M.I. Municipalidad, entonces a presionar a contratistas y trabajadores para que esta majestuosa obra esté lista para el 1 de diciembre, cuando celebremos los 153 años de la Universidad de Guayaquil y tenga su propio espacio para las sesiones solemnes y actos trascendentales que tienen que ver con la Alma Mater.
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