MUNICIPALIDAD DE SANTA ELENA NO RESUELVE DENUNCIAS DE CORRUPCIÓN EN CATASTRO Y REGISTRADOR DE LA PROPIEDAD

Caso exesposa Dr. Marcelo Silva Chacón

MUNICIPALIDAD DE SANTA ELENA NO RESUELVE DENUNCIAS DE CORRUPCIÓN CONTRA FUNCIONARIOS DE CATASTRO Y REGISTRADOR DE LA PROPIEDAD 

 

Durante la última sesión del autodenominado “muy ilustre” concejo municipal de Santa Elena, la ciudadanía fue testigo de un espectáculo poco honorable: un cuerpo edilicio entregado, no a los intereses de la gente, sino a los caprichos de la alcaldesa María del Carmen Aquino.

 

De los nueve concejales, siete decidieron darle la espalda al pueblo, bloqueando cualquier intento de fiscalización y transparencia sobre los verdaderos problemas que afectan a la ciudad.

 

La concejala Tania Marca, cumpliendo con su deber, propuso modificar el orden del día —previamente definido por la alcaldesa para tratar simples problemas particulares de terrenos— y dar paso a temas urgentes y de real impacto: la situación del alcantarillado en la parroquia Ancón, la falta de respuesta sobre pagos atrasados por más de dos años a extrabajadores municipales y la paralización de obras públicas en todo el cantón.

 

A este clamor ciudadano se sumó el vicealcalde Tomás Villao, quien exigió incluir en la agenda la urgente necesidad de transparentar la millonaria deuda que el Municipio mantiene con la empresa pública Aguapen E.P. desde la administración de las juntas de agua potable en Colonche, Febres Cordero, Palmar y Monteverde, así como informes técnicos sobre el abastecimiento y calidad del agua en estas comunidades y el real estado de sus infraestructuras.

 

Pero los concejales Ruth Villao, Andrea Bonilla, Erika Briones, Denisse Sandoval, Valeria Bohórquez, Robinson Domenech y Salomón Gonzabay optaron por cerrar filas en torno a la alcaldesa, votando en contra de incluir estos puntos en el debate. Con ese solo acto, el pueblo de Santa Elena se quedó, una vez más, sin respuestas y sin transparencia.

 

La alcaldesa, fiel a su estilo autoritario, se negó a entregar cualquier documentación que respalde la gestión municipal, frustrando así el rol fiscalizador de los concejales que sí pretenden trabajar para la ciudadanía.

 

Mientras tanto, la administración municipal atraviesa una de sus peores crisis: decenas de obras paralizadas quedaron solo en la promesa de una primera piedra; los empleados municipales continúan impagos; se abren nuevos frentes de obra sin aprobación del Concejo; y las liquidaciones a trabajadores que prestaron sus servicios en los últimos dos años siguen sin pagarse.

 

Para rematar, comunas como Manantial de Colonche, Bambil Collao, Bambil Desecho, Río Seco y Febres Cordero siguen padeciendo la falta de algo tan básico y vital como el agua potable.

 

Así, el concejo municipal de Santa Elena demuestra que, en vez de ser la voz del pueblo, se ha convertido en el eco de una sola persona: María Del Carmen Aquino.