TRASPLANTE DE PULMONES Y NUEVA VIDA, UN TESTIMONIO DEL DR. GABRIEL LEÓN LETAMENDI
TRASPLANTE DE PULMONES Y NUEVA VIDA
Por: Dr. Gabriel León Letamendi
Deseo de corazón compartir mi historia de salud con el propósito de ayudar a las personas diagnosticadas con fibrosis pulmonar y, también, a las personas que estando sanos que deseen tener un testimonio de fe y resiliencia.
Leucemia: A los 11 años, mientras estudiaba en el colegio San José La Salle, fui diagnosticado con leucemia por un médico local. Ante la gravedad, mi familia decidió llevarme al Johns Hopkins Hospital en Baltimore, EE. UU. En este viaje aparece una señal de Dios, ya que en el avión mi papá conoció a un señor que iba justo a la misma dirección de una casa que nos habían recomendado, en el que resultó ser la casa de un cuencano y su esposa trabajaba como intérprete en el hospital que iba a ser atendido, lo cual fue de una gran ayuda. Allá descubrieron que no era leucemia, sino una enfermedad del colágeno. En un mes volví sano.
Epilepsia: En el tercer año de colegio fui nuevamente diagnosticado, esta vez con epilepsia. Regresé a Baltimore y después de exámenes concluyeron que no tenía dicha enfermedad. Estas experiencias me inspiraron a estudiar Medicina, deseando ayudar a otros a no vivir lo que yo había vivido.
Mi vocación: Me gradué como médico en 1980. En paralelo, formé una familia junto a la mujer que conocí a los 18 años. Nos casamos, tuvimos tres hijos y hoy cuento con siete nietos, dos yernos y una nuera. Trabajé 33 años en el hospital Gineco-Obstétrico Enrique C. Sotomayor, y fui docente universitario durante más de 27 años, combinando la medicina pública, la docencia y mi práctica privada.
Mis pulmones: En 2017, durante un examen rutinario, una radiografía de tórax mostró una imagen dudosa. Tras consultas con neumólogos, me diagnosticaron una enfermedad intersticial pulmonar. Para confirmar el diagnóstico, viajé a EE. UU., donde me realizaron una biopsia y se confirmó la enfermedad.
La próstata: En 2020, mi salud pulmonar se deterioró. Además, surgió un problema prostático que llevó a varias cirugías. Durante una de ellas se desencadenó una sepsis grave por Escherichia coli blee, afectando aún más mis pulmones.
Trasplante de pulmones: Ya utilizando y dependiendo de oxígeno de forma constante, en octubre de 2023 fui evaluado en el Jackson Memorial de Miami para un posible trasplante pulmonar. En enero de 2024, con la salud muy comprometida, viajé de emergencia a Miami, donde se confirmó que el trasplante era la única opción.
Estando en terapia intensiva y conectado a ECMO, el equipo encontró pulmones compatibles. Sin embargo, justo antes de la cirugía, una prueba de COVID-19 resultó positiva. Pese a ello, ante el riesgo inminente de fallecimiento, transcurridos 10 días del virus, el equipo médico decidió realizar el trasplante el 4 de febrero de 2024, con autorización de mi familia. La cirugía fue exitosa, aunque requirió dos etapas debido a un sangrado.
El Renacer: Desperté con una nueva oportunidad de vida. Fue un proceso largo: cuatro meses en el hospital hasta volver a caminar y recuperar funciones básicas. Recuerdo momentos duros, visiones y sueños impactantes, pero siempre con la convicción de que Dios estaba conmigo. Nunca sentí miedo.
En julio de 2024 sufrí una nueva infección urinaria, que me obligó a reingresar al Jackson Memorial. Nuevamente, superé esa prueba gracias a Dios, a los médicos, a mi familia y a las oraciones de quienes me acompañaron en este proceso.
Reflexión: Hoy, recuperándome, escribo este testimonio para compartir que los milagros existen. He aprendido a valorar lo ordinario, a agradecer por cada día, por cada respiración, por la familia que estuvo incondicionalmente conmigo y a fortalecer mi fe, confiando en que Dios ve siempre mas allá y que pase lo que pase, el nunca nos abandona.
Agradezco infinitamente a Dios, a mi esposa, a mis hijos, familia, y a todos quienes oraron por mí.
No puedo cerrar sin expresar mi eterna gratitud a la persona y familia que donó los pulmones que hoy me permiten seguir vivo. Aunque nunca sepa quién fue, los llevo en mi corazón.
Comparto mi testimonio con la fe en Dios; en la ciencia médica a través de los doctores y asistentes, y la resiliencia personal y familiar.
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