DON VÍCTOR, DESEA QUE LO ACOJAN EN LA CASA DEL HOMBRE DOLIENTE





 
Haciendo el bien sin mirar a quién.
DON VÍCTOR MONTESDEOCA DESEA QUE LO ACOJAN EN LA CASA DEL HOMBRE DOLIENTE
 
Víctor Montesdeoca vive en la calle y se alimenta de la solidaridad de los guayaquileños, que, al verlo, le dan alguna moneda, una botella con agua, jugo, café, pan y con una leve sonrisa en su rostro, agradece este gesto, con un “Dios le pague su corazón valiente”.
 
Esta es una de las tristes historias que palpamos a diario en las calles de la ciudad de Guayaquil, don Víctor Montesdeoca, es un anciano que lleva años “viviendo” en las calles Capitán Nájera y Chimborazo -centro comercial- allí lo vemos las 24 horas, sentado en la acera y para recostarse, usa uno de los pilares de la casa esquinera.
 
Viste un jean deteriorado y una camiseta que le obsequiaron, no calza zapatos porque no tiene, solo unas zapatillas viejas, como lo demuestro en la foto.
 
Los cartones y algo que le cubra su cuerpo para dormir, los tiene a su lado como un tesoro y a veces se sienta en ellos, no los puede dejar en otro sitio, porque alguna persona de mal corazón, los puede botar a la basura.
 
Cuenta que es de un pueblo “adentro” de Milagro y vino a la urbe huancavilca buscando mejores días porque la pobreza en el campo es peor, aquí no tiene familia y tampoco sabe de la vida de quienes algún día le acompañaron en su trajinar.
 
A sus 79 años, abandonado y enfermo -sufre de reumatismo- no pierde la esperanza de que el Todopoderoso, le ponga en su camino, alguna persona caritativa, de esas que laboran en instituciones de ayuda al prójimo, le lleve a una casa de acogida, para tener una comida diaria y médicos que le alivien el dolor de sus huesos.
 
Manifiesta con mucha tristeza que, desde hace años, los propietarios y empleados de los establecimientos comerciales del sector, le brindan calor humano, le dan agua para que se asee, le cortan el pelo, alimentos, así como también vendedores de agua y comida lo apoyan con provisiones y lo cargan para trasladarlo de un lado a otro.
 
Ya no pude levantarse, peor caminar para hacer sus necesidades biológicas, esta todo sucio y desaseado, para cambiarse de un lado a otro tiene que apoyarse con sus manos, al parecer está perdiendo las ganas de vivir.
 
 
 Es lamentable lo que le sucede a este milagreño de nacimiento, que llegó a la Perla del Pacífico con la esperanza de mejores días, pero no la encontró.
 
Expresan los moradores que por algunas ocasiones han llamado a la ambulancia para que lo traslade a un centro asistencial pero nunca llegan, quizás porque ya no les sirve para nada, no me explico, ¿cuándo la gente se volvió indolente???
 
Esperamos que esta nota llegue al presidente Noboa para que exija al Ministerio de Salud, Ministerio de Bienestar Social, Junta de Beneficencia, Defensoría del Pueblo, Los Derechos Humanos, ayuden para que don Víctor ingrese a una casa de acogida, como la CASA DEL HOMBRE DOLIENTE O EL MONASTERIO DE SANTA CLARA y le brinden los cuidados necesarios hasta que Dios le otra oportunidad de vida o pueda recibirle en su reino.

Comentarios

Entradas populares de este blog

SEÑORA DRA. DIANA SALAZAR, FISCAL GENERAL DEL ECUADOR

DARWIN DEL ECUADOR, REQUIERE URGENTE LA AYUDA DE ARTISTAS Y AMIGOS

DOÑA VERO, LA ANCIANA DE 71 AÑOS, QUE SE ENFRENTÓ A LOS GARROTEROS DE PACO MORÁN, RECTOR DE LA U DE GUAYAQUIL