SOLCA, MÁS QUE UNA ESPERANZA/ REPORTAJE DEL PERIODISTA WALTER GONZÁLEZ A. / GUAYAQUIL
Cuando la vida renace
SOLCA, MÁS QUE UNA ESPERANZA
Walter González A.
Hoy quiero agradecer infinitamente la presencia de Dios en nuestras vidas, a mi compadre y leal amigo Dr. Fernando Silva Chacón, eminente Otorrinolaringólogo y, a directivos, médicos, enfermeras, personal administrativo y de servicio, del más grande complejo hospitalario de SOLCA, por haber brindado un completo tratamiento a mi hermano César González Álvarez, quien acudió agobiado por un cáncer en las amígdalas.
Desde el mes de junio, cuando visitamos el consultorio del prestigioso especialista Dr. Fernando Silva Chacón y lo diagnosticó con esta patología, nos recomendó, que de inmediato busquemos los métodos que ofrece SOLCA para este tipo de enfermedades, pues cuenta con la mejor tecnología e infraestructura para cumplir con la misión de prevenir, detectar, tratar, paliar y curar el cáncer, sin distinción social o económica.
Sin pensarlo dos veces y con el consejo de este galeno, pedimos consulta al médico general Dr. Fernando Roldós, después al Dr. Emilio Criollo Vargas, Otorrinolaringólogo de esta institución -quien confirmó lo dicho por Silva Chacón- derivándonos a citas con la Oncóloga Dra. Elina Rodríguez Meléndez y las Radiólogas Dra. Elizabeth Gamarra Cabezas y Dra. María Angélica Solano, para empezar lo más pronto posible el procedimiento y salvar la vida de mi consanguíneo.
Mi hermano recibió, además de medicamentos, 35 radioterapias y 2 quimioterapias, al término de estas sesiones, poco a poco bajó la protuberancia del cuello, hasta el punto de poder ingerir sus alimentos normalmente.
Estamos a la espera de los resultados de los últimos exámenes, para verificar la eliminación de las células malignas de esta mortal enfermedad.
Queridos amigos, esto es lo que encuentran en SOLCA:
Todos quienes laboran allí, brindan una excelente atención con calidad y calidez. Empezando en la entrada, los guardias indican dónde debe empezar el familiar que va con un paciente, señalando el Lobby de Servicios, para ingresar al “Mall de la Salud” (54 mil M2), con consultorios, consulta externa, hospitalización, emergencia, trabajo social, módulos de toma de presión, laboratorios, rayos X, ecografías, salas de espera confortables, áreas de quimioterapias, radioterapias, resonancia magnética, medicina nuclear, botica oncológica y normal, cajas, en fin, todo lo necesario para que el afectado sienta que todo lo que necesita está cerca y no tiene que buscarlo afuera.
Y como si fuera poco SOLCA ya tiene su Banco de Sangre y una Torre de Parqueo para mayor comodidad de pacientes y visitantes.
Algo novedoso implementaron quienes dirigen este centro especializado, los dolientes al ser aceptados, llevan un brazalete con sus datos personales en su muñeca, que, al pasar por los torniquetes pueden apreciar su imagen en un pequeño monitor, indicando que está autorizado para entrar y puede hacerlo con un acompañante. Quien no está registrado no puede pasar.
Mientras espera su turno en la sala de cualquiera de las áreas, SOLCA con su sistema de información, indica y llama al enfermo, quien tiene que estar pendiente del monitor, para que se acerque al consultorio o al lugar asignado de su visita.
Lo que más nos llamó la atención, son los chicos con Chalecos Azules, quienes dan información y señalan el lugar adonde los han citado: “sigan la tira pintada en el piso -son de color celeste, verde, vino y rosado- con una sonrisa en los labios”, de la manera más gentil, empatía y resiliencia con quienes necesitan la solidaridad en un momento de dolor.
Así son sus empleados y qué decir de sus médicos y enfermeras -todos debidamente uniformados y con su credencial a la vista- brindan un trato especial, que ni en las mejores clínicas de la urbe las encuentran.
Además, todo el complejo hospitalario está impecablemente limpio, el personal de aseo cumple con su trabajo, desinfectándolo cada cierto tiempo.
Cabe destacar la invalorable ayuda que brinda el COMITÉ DE DAMAS, pues siempre está atento a servir a los que menos tienen, aplicando la solidaridad, muy venida a menos en otros lugares.
En esta institución, no hay distingo para nadie, negros, blancos, cholos, indios, ricos, pobres, profesionales, obreros, en fin, todos son iguales al momento de ser atendido y educadamente esperan su turno.
Otra de las cosas que me impresionó, es que los enfermos se vuelven más creyentes en Dios Todopoderoso, con mucha FE y de rodillas elevan oraciones, piden les devuelva la salud o que les de otra oportunidad para vivir.
Pero lo que sí están seguro, es que, en este lugar, tienen la confianza que la vida renacerá. La alegría es evidente cuando les hacen un emotivo homenaje de despedida, a quienes son declarados vencedores del cáncer.
Niños, jóvenes, hombres y mujeres, con lágrimas y risas de emoción, porque volvieron a nacer, tocan la campana de la esperanza.
Con las manos al cielo en señal de victoria dan gracias al Altísimo, abrazan a sus seres queridos y a todo el equipo humano que estuvo a su lado -desde el inicio hasta el último día de su tratamiento- porque SOLCA los convirtió en guerreros de la vida.
Fue duro para quienes fuimos testigos de lo que sucede en el interior. Es imposible no derramar unas cuantas lágrimas, creo que a todos nos invadió la felicidad al ver criaturas, jóvenes y ancianos, declarados sanos, gracias a Dios.
Durante el tiempo que permanecí junto a mi hermano, me encontré con varios colegas periodistas, exservidores y docentes de la Universidad de Guayaquil, en proceso de tratamiento, algunos continúan, otros fueron dados de alta, a ellos les pido que confíen en Dios que Él es el Médico de médicos.
CASA DE ALOJAMIENTO PARA PACIENTES
SOLCA, consciente de las necesidades de los pacientes que vienen para recibir atención médica de otras provincias del país, ofrece alojamiento a enfermos adultos y pediátricos acompañados de un familiar, por un plazo de hasta 2 días antes y 2 días después de su atención médica en esta institución. Es un servicio gratuito de hospedaje y alimentación completa.
Conocí las instalaciones de SOLCA, por el año de 1969, cuando mi madre fue diagnosticada con esta enfermedad y lamentablemente falleció en 1971, a la edad de 45 años.
En el 2020, fue mi hermano Carlos, se estaba recuperando, pero la pandemia del Covid, agravó su situación.
SOLCA empezó en un pequeño espacio, donde están ubicadas las salas Oratorios de la Junta de Beneficencia. Hoy esta institución ha crecido notablemente por tal razón, a continuación, damos a conocer una parte de sus inicios:
SOLCA, DE AYER A HOY
La Sociedad de Lucha Contra el Cáncer del Ecuador, fue fundada en Guayaquil, el 7 de diciembre de 1951, es una Institución de derecho privado con finalidad social y sin fines de lucro.
Es la encargada de la lucha anticancerosa mediante Decreto Legislativo del Estado Ecuatoriano del 15 de octubre de 1953. Para dar cumplimiento al encargo, SOLCA creó los Núcleos de Quito y Cuenca con la finalidad de atender la zona centro-norte y centro-sur del país. Posteriormente fueron creados los Núcleos de Loja, Portoviejo y Machala.
En su iniciación, estaba dotado de los Servicios de Consulta Externa, Radiodiagnóstico, Anatomía Patológica, Radioterapia, Laboratorio Clínico elemental, (el Instituto Nacional de Higiene prestaba servicios complementarios de laboratorio) Endoscopía, Servicio Social, Secretaría, Administración, y un pequeño espacio para hospitalización del día. En el piso alto, se acondicionó una sala de conferencias, que se utilizaba activamente con la venida de importantes especialistas nacionales y extranjeros.
En el año 1957 se inauguró la hospitalización con una sala general de 20 camas; a la que posteriormente se agregó la de mujeres con 10 camas, el Departamento de Radioterapia y el Departamento de Cirugía; habiéndose trabajado con gran eficiencia y determinación en ese pequeño hospital cumpliendo con nuestros enfermos hasta el año de 1990.
5.000 METROS CUADRADOS
La gran demanda, la estrechez, y lo poco funcional del lugar, planteó la necesidad de construir un edificio que permitiera cumplir con los requerimientos de los enfermos. Se adquirió de la H. Junta de Beneficencia un terreno de 5.000 mts2, ubicado en la Av. Pedro J. Menéndez Gilbert. Después de algunas dificultades en su construcción, fue levantado un moderno Hospital y oficinas administrativas.
El Consejo Directivo Nacional de SOLCA acordó designar al nuevo hospital, Instituto Oncológico Nacional Dr. Juan Tanca Marengo, a fin de honrar la memoria de su ilustre Fundador.
El personal técnico, a cargo de los modernos equipos de diagnóstico y tratamiento, habían realizado cursos de especialización en Institutos de América y Europa; las enfermeras profesionales, auxiliares, tecnólogos, estaban altamente calificados para cumplir sus tareas y, a mediados del año 1992, se habían completado, en principio, los servicios del nuevo Instituto Oncológico Nacional Dr. Juan Tanca Marengo.
Poco a poco “el pequeño hospital” fue cumpliendo con gran entusiasmo, eficiencia y determinación, para ser esperanza de vida para todos los ecuatorianos. Innovando constantemente y equipándose con la más alta tecnología médica.
Desde el 2019, hasta la fecha, SOLCA se extendió de 25 mil m2 a 54 mil m2, una ampliación que significó la incorporación de nuevos equipos y tecnologías para cubrir la demanda de una población ávida de tratamientos efectivos. “Nos equipamos con la mejor tecnología e infraestructura para cumplir con la misión de prevenir, detectar, tratar, paliar y curar el cáncer, sin distinción social o económica”, dicen orgullosos sus directivos y servidores.
En la actualidad, SOLCA Matriz cuenta con tres unidades oncológicas ubicadas en Santa Elena (provincia del mismo nombre), Babahoyo (Los Ríos) y Puerto Ayora (Galápagos). Dos centros de detección temprana: Hogar de Cristo y Durán y 6 núcleos autónomos distribuidos en otras ciudades del país, como Quito, Machala, Portoviejo, Loja, Tungurahua y Cuenca.
Es imperativo que el Gobierno Nacional continúe cancelando la deuda que mantiene con SOLCA, pues, con ese dinero se hace mantenimiento a sus equipos, así como también se adquieren nuevos y modernos aparatos para esta especialidad, insumos, medicamentos, etc, etc
Gracias a todos quienes hacen esta importante institución de servicio, bajo la dirección del Ing. José Jouvin Vernaza. Gracias a quienes siguen los sabios postulados de ese gran médico humanista Dr. Juan Tanca Marengo. Gracias Dios Santo, por haber dado a nuestra ciudad, un hospital de calidad para el pueblo.
GRATITUD SIEMPRE AL FAVOR.
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