DESNUDEZ POLÍTICA, EDITORIAL DE ANTONIO MOLINA, SOBRE EL JUICIO A MÓNICA PALENCIA
El
presidente Daniel Noboa recibe a su ministro Mónica Palencia en
Carondelet, tras el fallido enjuiciamiento político en la Asamblea.
La Patria boba
DESNUDEZ POLÍTICA
Por ANTONIO MOLINA
*El juicio fallido a Mónica Palencia, tiene cuerda para ratos y con vehemencia propia, por los tiempos electorales que vivimos; la guerra con las mafias, que nos atemoriza y la oscuridad, que estoicamente soportamos.
Después de toda la parafernalia montada en la Asamblea Nacional, por los acusadores y la acusada, esta vez la ministra del Interior Mónica Palencia Núñez, el país que es el gran espectador de este enorme esfuerzo circense de los protagonistas, en el fondo del tamiz queda la desnudez de la pintoresca clase política muy nuestra, muy criolla y hasta folclórica. Que los politólogos entendidos analicen políticamente el tema, al que le daré el enfoque más personal y auténtico.
Los ademanes y demás formas corporales de expresión; la voz modulada y con altisonancias concatenadas con las imágenes de la gran pantalla que tiene el salón del Plenario; las advertencias y recomendaciones de respeto a legisladores irrespetuosos compulsivos hecho desde la presidencia, fueron acogidas por las estrellas principales del show político, dejando atrás el escándalo permitido (como naturalidad política) en la Comisión de Fiscalización entre la ministra sentada en el banquillo de los acusados y la asambleísta Paola Cabezas Castillo, de la revolución ciudadana, vendrían a ser hechos políticos auténticos de cualquier parlamento del mundo, porque allí los políticos están como los peces en el agua y es donde los ciudadanos comunes y corrientes como nosotros podemos apreciar su desnudez, en todas las acepciones de la palabra.
Empecemos por el principio. Aunque lo niegue desde donde esté, los resultados del juicio es un revés más del exmandatario prófugo de la justicia, economista Rafael Correa Delgado, estratega único e insustituible de su organización política RC 5. Como ayer, antes fracaso en su intento de enjuiciar a dos altos funcionarios del Estado: El 8 de agosto, con 76 votos afirmativos, el Pleno de la Asamblea archivó el trámite del juicio político en contra de la ministra de Relaciones Exteriores, Gabriela Sommerfeld y el 10 de septiembre, 76 legisladores se pronunciaron a favor de archivar el proceso de juicio político contra la fiscal general Diana Salazar, que psicológicamente parece ser su obsesión fatal.
Su cachiporrera, PAOLITA CABEZAS CASTILLO, en uno de sus arranques de vehemencia dijo que “si la Asamblea no enjuicia a la ministra (Mónica Palencia) yo me voy a mi casa” y ahora mucha gente espera que cumpla su palabra, que honre su promesa política que bien le haría a su campaña electoral porque el correato la volvió a poner en sus listas de candidatos y les mostraría a sus seguidores que ella cumple con su palabra devaluada.
También el juicio sirvió para mostrar el canibalismo político en esa jungla legislativa. Construye, el partido de María Paula Romo y de Fernando Villavicencio, asesinado hace un año cuando se perfilaba como presidente de la República, nos mostró que en el fondo – quienes dirigen las organizaciones políticas son frágiles seres humanos – se puede ser cínico e incauto y hasta crédulo a la vez, donde no sirve la trillada frase de que “entre bomberos no se pisa la manguera”. Me explico mejor… Construye finge apoyar la destitución de la ministra Palencia, una decisión aparentemente irracional porque significaba unirse a su enemigo natural, como mezclar el agua con el aceite.
Sin embargo, la treta avanzaba y avanzaba hasta que logró la confianza del correato, seguro de contar con los votos de los mariapaulistas, como los llaman ahora a los legisladores de Construye, así empujaban el juicio hasta el final, pues a la hora de la votación se abstuvieron y la censura cayó estrepitosamente al piso. Muchos dicen que no fue así y que, más bien, los mariapaulistas buscaban una mejor cotización para el bloque, aunque otros señalan con mucha razón que efectivamente fue una treta para salvar en algo al buen candidato presidencial de Construye, Henry Cucalón, que no despega. ¿Puede hablarse de traición entre quienes pretenden sobre vivir donde mora la horda de incivilidad política?... No lo sé, pero fue una jugarreta hecha a la medida de los amos de la trampa.
Así como la ministra Mónica Palencia sorprendió al país mostrando el pesado libraco - más grande que el pesado libro de Petete – que contenía el misterioso Plan Fénix donde constan las estrategias para combatir y erradicar a las mafias de los cárteles internacionales de las droga y de la narcopolítica criolla, más temprano que ella arribó a la Asamblea tan pronto la abrieron, antes de las 08h30, hora de la convocatoria del Plenario, el ministro de Gobierno Arturo Félix Wong, un hombre de confianza del presidente Noboa, quien antes fue Secretario de la Administración, a quien le calza el dicho popular de que “por madrugar no amanece más temprano”, porque a la hora de los resultados de la votación (77 votos a favor de Palencia, 40 en contra y 16 abstenciones) los opositores al régimen empezaron a señalar a Félix como “el nuevo hombre del maletín”, quien realmente buscaba un buen puesto para seguir presencialmente el juicio en el Plenario legislativo. ¿Será creíble?
Los socialcristianos se mostraron fiel al correato. Evaluaron en directo el desempeño de la presidenta de la Asamblea Viviana Veloz, conforme la convenido y le dijeron que NO había ningún PACTO TROGLODITA entre las fuerzas políticas derechistas del PSC y de ADN, como perversamente se dijo con el pretexto de superar las dificultades de una empresa pesquera del hijo de Jaime Nebot, líder otoñal del socialcristianismo, quien de paso está de cumpleaños.
El juicio fallido a Mónica Palencia, tiene cuerda para ratos y con la vehemencia propia por los tiempos electorales que vivimos; la guerra con las mafias, que nos atemoriza y la oscuridad, que estoicamente soportamos.
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