LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL EN LA ENCRUCIJADA POR GRAVES DENUNCIAS DE CORRUPCIÓN
¿Quién responde por los jubilados que murieron esperando el pago???
LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL EN LA ENCRUCIJADA POR DENUNCIAS DE CORRUPCIÓN Y FALTA DE PAGO A SUS JUBILADOS.
“Los cargos, los puestos en entidades públicas son para el servicio y no para valerse de prestigio”, dice un viejo dicho, pero, que la formadora de profesionales que ejercen estos cargos, como la Universidad de Guayaquil, hayan creado a estos sujetos inhumanos en el departamento Legal y Talento Humano de la UG y el sistema judicial, es realmente inconcebible.
Fue a raíz de la salida del Dr. Carlos Cedeño Navarrete (+) quien fue destituido por la primera “Comisión Interventora” de Jorge Kalil, que posesionó al Dr. Roberto Cassis Martínez (+) hasta el 16 de mayo de 2016, en que asumió el rectorado el Ing. Galo Salcedo Rosales, ya se veía el desastre en la primera universidad del país.
El 8 de noviembre del 2016, el PhD. Galo Salcedo Rosales asumió la titularidad del rectorado de la Universidad de Guayaquil, para un período de 5 años 2016-2021, pero fue destituido en octubre del 2018, también por diversos actos de corrupción, por lo cual el Consejo de Educación Superior, designó una segunda “Comisión Interventora” presidida por el Dr. Roberto Manuel Passailaigue Baquerizo, presidente; Fernando Patricio Espinoza Fuentes, miembro Académico; Christian Alejandro Pazmiño Arguello, miembro Administrativo Financiero; y, Tito Enrique Quintero Jaramillo (+), miembro Jurídico, quienes se posesionaron el 18 de octubre de 2018, solo por seis meses y estuvieron tres años al frente de este centro de educación, hasta el 2021, cuando el PhD Francisco Morán Peña, dizque triunfó en unas elecciones fraudulentas, para un período de cinco.
Tantos años han pasado, y cada uno de quienes ocuparon el rectorado, fueron “tapando” las irregularidades de sus antecesores.
Pero, hay tres cosas que no se pueden ocultar: el sol, la luna y la verdad. Aunque se esconda la verdad en oscuras sombras con paciencia, perseverancia y previsión eventualmente se llega a ella.
Intentar acallar más de mil ancianos exservidores, que reclaman su jubilación complementaria por más de 10 años, funcionarios que ponen a diestra y siniestra a sus amigos a cambio de prebendas económicas, para que borren del sistema a quienes han denunciado públicamente el asqueroso y vengativo trámite para cobrar un derecho que por Ley nos corresponde, tapando las sinvergüencerías de quienes por ser socios de partidos políticos, se creen poderosos para hacer y deshacer lo que les viene en gana contra personas de la tercera edad, discapacitados y con enfermedades incurables, es lo más ruin que podemos ver en esta tierra.
No han tenido piedad de sus ex compañeros en sillas de ruedas, ciegos, mutilados, con muletas, con enfermedades renales y con pintas de sangre por diálisis, en fin, muchos de los que envejecieron y murieron no tuvieron ni para sus medicamentos.
Este es Paquito Morán Peña, Socialcristiano ahora, mañana no sabemos, quizás para la reelección de Daniel Noboa, se afiliará a ADN, para seguir evadiendo su responsabilidad en la justicia que aún no investiga a Marfetán, uno de los jueces encarcelados esbirro de Pablito Muentes, que, supuestamente, recibió centenas de dólares, para que falle en favor de este sujeto que hoy dirige la UG.
Esperamos que la reunión de la Comisión de Educación de la Asamblea, que se realizará el lunes 10 de junio, con la presencia de delegados del CES, representantes de los estudiantes de la Facultad de Ciencias Médicas, donde las autoridades cobraban 3 a 4 mil dólares por un cupo para estudiar la carrera de medicina, sin tener profesores especializados; también recibirán la denuncia de cerca de un millar de jubilados, entre otras, sea la gota que derrame el vaso, para que las máximas autoridades destituyan a este mal elemento y a toda su mafia, enquistada en la UG y se convoque a nuevas elecciones, pero con presencia de personas probas, idóneas, que no se vendan al mejor postor, para que se erradique para siempre el nepotismo y la corrupción en la Alma Mater.
La Universidad de Guayaquil necesita de personas con liderazgo, ciudadanos ejemplares, que respeten a docentes, empleados, trabajadores, estudiantes y jubilados, si esto no ocurre, la gloriosa institución seguirá por una pendiente de corrupción y desesperanza para quienes dejaron los mejores años de su vida por el progreso de la centenaria entidad.
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