RADIOGRAFÍA DE UNA INFAMIA CONTRA EL PERIODISTA ANTONIO MOLINA CASTRO

 

 
 
                                       Antonio Molina Castro, prestigioso periodista ecuatoriano
 
 
RADIOGRAFÍA DE UNA INFAMIA CONTRA EL PRESTIGIOSO PERIODISTA ANTONIO MOLINA CASTRO.
 
*Antonio Molina Castro hace público su aclaración ante oficio dirigido por el presidente de la UNP-G Sauro Cisneros, al presidente del Colegio de Periodistas del Guayas, Alfredo Llerena.
 
Sólo porque ha sido mencionado mi nombre, ANTONIO MOLINA CASTRO, en un entredicho entre enfermos de vanidad y de poder, que manejan las instituciones que cobijan a los periodistas profesionales del Guayas, me veo en la obligación de expresar lo siguiente, en aras de rescatar la verdad y evitar que caigan en las prácticas de redes mafiosas, como lo acaba de señalar la Fiscalía General del Estado en su OPERACIÓN METÁSTASIS, donde también aparecen inmiscuidos periodistas y medios de comunicación. No lo hice antes para evitar que mi verdad menoscabe la conmemoración del Día del Periodista Ecuatoriano. Revisemos los hechos:
 
1.- La mañana del 3 anterior me entero en Montañita (donde recibí el año con mis hijos) que “el dueño” de la UNP del Guayas se opone a que el CPG me otorgue la presea ABEL ROMEO CASTILLO (fundador de las Escuelas de Periodismo en Ecuador) y así lo expresa él en una reunión de una Comisión Organizadora de la conmemoración conjunta del Día del Periodista Ecuatoriano – del CPG, FENAPE y UNP - asegurando que no tengo méritos, que soy inmoral, que deshonro al periodismo, que persigo a los periodistas y los encarcelo. O sea, cuasi un rufián, que anda suelto en el gremio.
 

 
 
2.- El propio presidente del CPG, Alfredo Llerena Guerrero, me llama y me informa de la situación reinante en esa Comisión encargada de organizar la sesión solemne tripartita y de la censura impuesta por el “Dueño de la UNP”. Además, sorprendido, me comentó que “no creía” que las diferencias eran tan profundas y me consultó si yo aceptaría que este 5 de enero NO se me entregue la Condecoración “Abel Romeo Castillo”, institucionalizada por nuestro colegio, que prometió se realizaría posteriormente en una ceremonia “muy especialísima y única” en el mismo CPG o en algún auditorio de la ciudad.
 
 
 

 
3.-Mi respuesta a Llerena puedo sintetizarla en este párrafo: “Yo sí sé lo que valgo y jamás he estado a la caza de distinciones. Nunca pedí para mí la presea ABEL ROMEO CASTILLO”. Se interroga y me dice: Qué hago, boicotea el acto, amenaza con que la UNP se retiraría si se persiste en entregarle la condecoración a Molina y si no se aprueba que él - el “dueño de la UNP” - sea el orador central del acto. Sin embargo, le observé a Llerena que, en lo de fondo, estaba entregando el CPG a la UNP; que nunca debió permitir a la UNP interferir en las decisiones del colegio. Le recalqué que debería obrar bajo los dictados de su conciencia y le reiteré que yo no vivo de los halagos de una condecoración porque yo sí me conozco y sé lo que valgo. Fue una conversación respetuosa, que a lo mejor él la grabó.
 
4.- Por la tarde, “el dueño de la UNP” le hace firmar, a quien funge de presidente del núcleo, el oficio No. 0246-P-UNP-G, que le envía al presidente del CPG, Alfredo Llerena Guerrero, por FACEBOOK, (para que todos conozcan la ofensa que urdía contra mi) documento que puso al Colegio de Periodistas contra la pared, frente a lo cual Llerena – en vez de rechazar la imposición externa - llama de urgencia a reunión de Directorio a una comisión para tomar una decisión que ya había tomado la UNP.
 
 
 

 
 
5.- El oficio que firmó el presidente de marras no dice cuándo ANTONIO MOLINA fue declarado PERSONA NO GRATA ni por qué; no señala fecha ni hora en que MOLINA ofende a la UNP, pero yo si le instruyo, explicándole que la institución de PERSONAS NON GRATAS se usa en las esferas diplomáticas, cuando los países enfrentan crisis y a los representantes no gratos se lo expulsa del territorio. En cambio, en el uso NO DIPLOMÁTICO, la frase no tiene ninguna consecuencia jurídica porque tan solo significa que esa persona no es del agrado del organismo que adoptó la decisión.
 
6.- En vez de perder el tiempo en pretender ofender mi integridad, la verdadera razón para declararme NO GRATO es que estamos en lados opuestos: yo condeno la corrupción y ellos la protegen y aplauden. 
 

 
 
Lo que la mayoría de los periodistas desconocen es que ANTONIO MOLINA CASTRO fue presidente de la UNP, entre 1979 – 1980; que la institución no tenía techo propio, que el Estado le había dado en comodato parte del tercer piso del edificio del Correo (Chile y Aguirre), para que allí funcione; que nuestro patrimonio contable era de 8.300 sucres, unos 207 dólares al cambio actual. En cambio, hoy el “Dueño de la UNP” administra no menos 30 mil dólares americanos mensuales, solo por la renta de apartamentos y locales comerciales que tiene su sede de Orellana y Rocafuerte, gestionada por dos olvidados periodistas Oswaldo Ávila Figueroa, enfermo en su domicilio del sur y el Ab. Jorge Efrén Flor Cano, ya fallecido, a quienes de verdad les debe el reconocimiento que se merecen.
 
Esta realidad siempre vivió allí, que hoy la muestro obligado por la infamia urdida por el “Dueño de la UNP” y su grupo. Debo recordarles, muy a mi pesar, que el tesorero que llevamos en el directorio que presidí: “dispuso de esos únicos 8.300 sucres, cuyo pago gestionamos, incluso, contra entrega de cheques o letras de cambio; pero, siempre nos eludió hasta que nos confesó que los había perdido en el Hipódromo”. El directorio me exigió cuentas y dispuso denunciar al tesorero ante las autoridades judiciales. Fue abierto un proceso por la apropiación del dinero, apresado el acusado y condenado por un juez de Derecho, NO por ANTONIO MOLINA. Era mi obligación como presidente proteger los escasos medios de la UNP; pero, el “Dueño” de la institución, se encargó de gestar una imagen negativa, como quien “se cura en sano” cuando la gente empieza hacer preguntas incómodas que le afectarían a él y su familia. 
 
 

 
 
El “dueño de la UNP logró vender la idea de que Molina es un miserable porque mete preso a los periodistas”. Lo que él no sabe o dice desconocer es que aquel tesorero fue indultado por una dictadura militar, que cuando salió en libertad seguí siendo su amigo y que me contrató como reportero de su semanario “Charada”, de circulación local que él dirigía, y que se disculpó por haber dispuesto dinero que no era suyo sino de la UNP. Lo que no cuenta, es aparte: una noche de orgía de poder y odio echaron al piso el retrato mío de la Galería de ex Presidentes, saltaron y orinaron sobre vidrios rotos y mi fotografía, creyendo acallar así, irracionalmente, la verdad.
 
7.- Finalmente, como en los tiempos del nazi-fascismo del siglo pasado, el hermano del presidente del CPG, planteó en la sesión urgente del Directorio de la Comisión Académica dar la SOLUCIÓN FINAL al problema “inventado” sobre una condecoración que jamás busqué, que fue tomada el 23 de noviembre del 2022, que debió ser entregada el 5 de enero del 2023, año que el CPG no desarrolló ningún acto conmemorativo al Día del Periodista. Lo curioso: la ausencia de las cabezas visibles de la UNP en el acto en la CCE-G y la muletilla del boicot, que ellos mismo construyeron. 
 
Este documento será elevado a escritura pública para que la horda de la UNP no lo desaparezca y que en el futuro los periodistas profesionales impriman a su actividad honestidad y una alta dosis de moral, que hoy les reclama la sociedad expectante, la que ya ha adoptado el término CORRUPTO como sinónimo de PERIODISTA, que sí duele porque no todos somos corruptos.
 
ANTONIO MOLINA CASTRO
8/1/2024

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