CUANDO LA ADVERSIDAD SE ENSAÑA CON UNA FAMILIA DE PERIODISTAS

 


 
 
 
                                                                      Lcda. Ruth Cedeño Delgado Vda. de Manrique
 
CUANDO LA ADVERSIDAD SE ENSAÑA CON UNA FAMILIA DE PERIODISTAS
 
A escasos 5 días del ataque a TC televisión, lugar donde presta sus servicios profesionales la colega y amiga Alina Manrique Cedeño, hoy sufre otro duro golpe, con la muerte de su adorada mamita Ruth Alina Cedeño Delgado, quien junto a su papi Xavier Manrique Morán, otro grande periodista, lamentablemente fallecido, sirvieron de ejemplo para formarse en esta sacrificada profesión.
 
Esto demuestra que Alina Manrique Cedeño está hecha para enfrentar inmensos desafíos, ha demostrado su valor ante la adversidad que la ha golpeado en los últimos meses, pero el amor de su esposo, hijos, hermanos y toda la familia, le ayudan a reponerse de las duras pruebas de la vida.
 
Hablando de su mami, conocí a Ruth Alina cuando llegó a las instalaciones que alquilaba la escuela de Comunicación Social de la Universidad de Guayaquil, en el instituto Coello, en las calles Avenida Olmedo y Chimborazo.
 
Era una bella chica portovejense que llegó a esta ciudad a estudiar periodismo, una carrera que le fascinaba, con miras al progreso y bienestar. 
 

 
 Fui uno de sus primeros amigos en esta unidad académica, también lo fui de su papi, pues ambos estudiaron y obtuvieron sus títulos profesionales en esta escuelita, que después se convirtió en FACSO.
Xavier y Ruth se conocieron, después se casaron, tuvieron hijos, cada uno laboraba independientemente. Xavier, en el Universo y Ruth en las relaciones públicas de varias instituciones del Estado.
 
Con el tiempo y gracias al respeto y la amistad nos hicimos compadres, nos veíamos a menudo, cuando todavía laborábamos, después vino la jubilación, Xavier fue a vivir en la Península y Ruth, enfermó hasta hoy en la madrugada que dejó de existir.
 
 

 
 Parece mentira que aquella muchacha bella, reina del novato, en aquel entonces, hablamos de los años 80, que –con sueños e ilusiones- llegó de esa ciudad manabita a la Perla del Pacífico, que la cobijó con amor y trabajo para los suyos, haya partido a su encuentro con Dios, a sus 64 años.
 
Ruth falleció esta madrugada, sus restos serán sepultados mañana en la tarde, en su natal Santa Ana, aceptando su última voluntad, pero los dos, dejan un gran legado al periodismo guayaquileño.
 
Descanse en paz comadre…

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