FRAUDE ACADÉMICO EN LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL LLEGA A LA JUSTICIA
FRAUDE ACADÉMICO EN LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL LLEGA A LA JUSTICIA
*Estudiantes de Medicina demandan protección de la Constitución porque maestro incapaz pretende truncar sus carreras médica por exigirle rigurosidad académica
Cuatro estudiantes de medicina de la Universidad de Guayaquil, presentaron a través de su abogado Raúl Llerena Guerrero una ACCIÓN DE PROTECCIÓN constitucional por la vulneración de sus derechos en la Facultad de Ciencias Médicas del primer centro de estudios superiores de la ciudad.
Ante la evidencia presentada, el Juez de Garantías Constitucionales deberá convocar al PhD. Francisco Morán Peña, rector de la Universidad de Guayaquil; PhD. Sofía Lovato Torres, Vicerrectora Académica; Dra. María Antonieta Touriz Bonifaz, Decana de la Facultad de Ciencias Médicas; Dr. José Luis Rodríguez Matías, Director de la Carrera de Medicina; Dr. Luis Alberto Rodríguez Matías, docente de Ginecología y Obstetricia correspondiente a la quinta rotación del internado de Medicina, período 2022-2023; Dra. María Betancourt, Gestora de Internado rotativo, a fin de que se restablezca la veracidad de las notas de los jóvenes y puedan hacer su internado previo al doctorado.
ANTECEDENTES
Los alumnos del último año: JUAN DIEGO MARTÍNEZ PARRALES, JUAN CARLOS ORTONEDA CAICEDO, JOSHUE OMAR OVALLE ORBE y FARID ISRAEL BURGOS ZAMBRANO, manifestaron que comparecieron el 8 de mayo pasado ante la decana de Medicina Dra. MARÍA ANTONIETA TOURIZ; Dra. María Betancourt, Gestora del Internado Rotativo y el Dr. José Luis Rodríguez, director de la carrera de Medicina, para denunciar las vergonzosas irregularidades del Dr. LUIS ALBERTO RODRÍGUEZ MATÍAS, DOCENTE DE LA ROTACIÓN A CARGO DE LA ASIGNATURA DE GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA, explicando de forma verbal y entregándole una comunicación, manifestando que el mencionado docente -hermano del director de la carrera- no cumplió con el horario establecido por la institución, perjudicando con este proceder el retraso académico y la posterior no culminación del programa de estudios.
Expresaron que este profesor solo impartió 6 clases On Line –en las que más pasó distraído o durmiendo- de las cuales, en ninguna tomó evaluación ni realizó algún taller académico, debatió o discutió algún caso clínico.
Una sola vez acudió de modo presencial, incumpliendo lo establecido en la Guía Metodológica Académica de la UG. Fue para tomar el examen del segundo parcial y en el hospital Monte Sinaí.
REPRESALIAS
Rodríguez, al enterarse que sus alumnos se habían quejado de su comportamiento, ante las autoridades de la Facultad, tomó retaliación contra los cuatro jóvenes, cambiando las calificaciones obtenidas en los exámenes del jueves 20 de abril del 2023. El viernes 21, subió las notas, por ejemplo: JUAN DIEGO MARTÍNEZ PARRALES, tenía 10, y en minutos la cambió a 6,35 sin justificativo alguno y sin devolverles los exámenes, para verificar los errores. Evidentemente, fue represalia por reclamar una injusticia de la que eran víctimas, un abuso de poder por su condición de profesor sobre sus alumnos, porque carece de la estatura de un maestro de instrucción superior.
DISCRIMINACIONES
La denuncia de estos hechos y el cúmulo de retaliaciones , no solo con el silencio administrativo y omisión de respuestas a los requerimientos de los estudiantes, originó discriminaciones, desigualdades, falsas acusaciones como las de pertenecer a un determinado sector político universitario, lo cual -si bien es cierto no podría constituir falta alguna- pues es una falsedad que les causa daño, pues, nunca han pertenecido y no pertenecen a ningún grupo antagónico, y otras patrañas inventadas contra los estudiantes, escudándose en la condición de hermano del director de la Escuela de Medicina, para eludir sanciones.
FRAUDE ACADÉMICO
Cumpliendo con la Ley y Reglamentos universitarios los estudiantes que estaban listo para culminar su carrera, plantearon la RECALIFICACIÓN de los exámenes. Pero no tuvieron chance al debido proceso y al DERECHO A LA DEFENSA en razón que, nunca fueron notificados con el fin de consumar el FRAUDE ACADÉMICO. Hicieron la recalificación entre gallos y medianoche, sin la presencia de los reclamantes, que jamás supieron cuándo se iba a realizar y los nombres de los profesores que estarían prestos a “recalificar” los exámenes. Todo fue un montaje para salvar la honra de un deshonrado profesor a costa de mancillar a jóvenes que están preparándose para el mañana, poniendo por los suelos el buen nombre de la Universidad de Guayaquil.
Ni la misma directora Dra. Betancourt, cuando le solicitaron la documentación, para que demuestre en qué se sustenta el cambio de notas, apenas indicó que “el profesor, es el dueño de la cátedra y que él la dirige y la maneja como crea conveniente”.
EL DESCONOCIDO EN MEDICINA
La Universidad de Guayaquil no puede seguir en su camino al desastre académico y financiero, ni estar dirigido por una sarta de desconocidos, que lo único que buscan es su bienestar económico y el de su familia.
Tampoco repartirse las Facultades como si fuera botín, entre los compadres. Lo ocurrido con Ciencias Médicas, un perro lambón del padre del rector, que solo por esos méritos llegó a director de la carrera de Arte y ahora es decano de Filosofía, sin saber nada de medicina, esté ordenando y haciendo lo que le parezca en una facultad que requiere de pulcritud y conocimientos científicos para salvar vidas y no para seguir ascendiendo como cualquier mediocre.
Los mismo en el resto de facultades de la UG, existen un montón de analfabetos con títulos de magister, sin saber para qué sirven en la academia, a más de rendirle pleitesía a una persona que no merece estar dirigiendo la centenaria Universidad de Guayaquil. ¿Hasta cuándo la Universidad de Guayaquil se ve manchada por tráfico de notas, nepotismo, corrupción, abuso de maestros y reclamo de sus ex servidores? Esta es la pregunta que se hace la ciudadanía que siente vergüenza de la postración moral de la U de Guayaquil.
Comentarios
Publicar un comentario