EN CASA DE HERRERO... / NOTA DE ANTONIO MOLINA CASTRO SOBRE "EL PERIODISTA" / ÓRGANO OFICIAL DEL CPG.
La primera página del periódico EL PERIODISTA, del CPG.
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En casa de herrero…
Está circulando EL PERIODISTA, un periódico institucional del Colegio de Periodistas del Guayas (CPG) y que los comunicadores de la provincia no han tenido en años, como queriendo confirmar la conseja popular de que “en casa de herrero, cuchillo de palo”, porque así es la naturaleza humana y sé por qué lo digo: porque los mejores años de mi vida me he pasado “haciendo” periódicos y aún NO produzco el perfecto, el que llene mis expectativas, el que satisfaga mis halagos personales, que me convierta –tal vez-- en un ser envanecido y petulante, me adorne y me convierta, de un sopetón, en historicista o en politólogo, como está de moda…
Es un tabloide de 8 páginas, 4 de ellas a colores, con el lema de Órgano de difusión del Colegio de Periodistas del Guayas, donde encuentro el primer error: ¿Qué periódico no difunde nada?... Obvio, el que NO se imprime, el que sólo está en nuestro magín a la espera de hacerse realidad y por eso creo que se desperdició el espacio con la palabra “difusión” cuando debió decirse “oficial” porque es –quiéralo o no—el medio de la institución para decirle a la comunidad de periodistas lo poco, mucho o nada que se realiza en ella.
Trae notas que muestra a un CPG en acción, más allá de ser lenta por la escasez de medios o dinámica, como los más exigentes integrantes de la institución quisiéramos que fuera. Nadie sabe de sus penurias ni de cuánto cuesta hacer andar a un moribundo; sin embargo, la aparición de EL PERIODISTA ha removido conciencias esperando que a futuro pueda apreciarse mejor, en sus páginas, la labor que realiza el grupo de trabajo del presidente del gremio, ALFREDO LLERENA GUERRERO, que llegó a esa funciones como restaurador.
NO faltarán opiniones y críticas de los periodistas de fuste y de quienes jamás han escrito ni una carta a Papá Noel (que sí los hay), pero serán pocos los periodistas nobles (que también los hay) que se acercarán al CPG a brindar su colaboración, una nota bien escrita, un corto reportaje, o una pequeña publicidad porque imprimir EL PERIODISTA cuesta y mucho más cuando la institución quedó en harapos hasta la hora del obligado rescate.
Lo fundamental de la actividad periodística es criticar y ahora EL PERIODISTA tendrá que enfrentar las críticas (de buena fe y de las perversas) que ayudarán en mucho a sus editores para reafirmar sus derroteros, porque el primer paso está dado… En reciente visita pude observar algunos ejemplares con un sello que decía que era una edición de prueba, lo dejé donde estaba y partí pensando que un profesional NO debe ni puede mostrar su trabajo a prueba… me imaginé a un médico dándome de alta tras una operación quirúrgica y enviándome a casa, con un letrero en mi pecho “Operado a prueba”, pero así se dan las cosas que no deben ser.
Más lamentable que la prueba habría sido si el CPG NO hubiese producido ¡al fin! su propio medio de comunicación. Mis deseos personales: Mejoren pronto y éxito en esa iniciativa que abre caminos para capacitar a los periodistas hechos y a los aún en formación e informa a la gente que todavía lee papeles escritos, pese a la dinamia impuesta por el periodismo digital. La excelencia periodística es un fin, el CPG debe ser el medio.
ANTONIO MOLINA
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