DON ALFONSO, SEÑOR DE LA TV...MILTON, REPORTERO DE LA CALLE /EDITORIAL DE ANTONIO MOLINA

 
 
 
 
 
 
     Alfonso Espinosa de los Monteros junto a su propia fotografía de sus inicios en la TV nacional.
 
 
La Patria boba
Don Alfonso, Señor de la TV… Milton, reportero de la calle
Por ANTONIO MOLINA
 
• Facetas distintas del periodismo televisivo de alcance nacional desde Guayaquil, la ciudad que tuvo tres canales comerciales en franca competencia: Canal 4, Canal 2 y Teleamazonas
 
Definitivamente, he llegado a la conclusión que los feos no tienen derecho a las cámaras de la televisión abierta, de las redes de la Internet ni privadas, aunque muchos trollers nos produzcan náuseas. Esta regla rige inflexible en el truculento mundillo del espectáculo, aunque muchos la transgredan para ser el plato preferido de la chismografía vulgar, que se auto titula <prensa rosa> o para satisfacer el morbo ególatra del figurón, que en TV le dicen “pantallazo”. No podemos escapar de los “figuretis” ni del “figuretismo”, aunque estos términos no existen en el diccionario de la RAE…
 
Me incluyo en este grupo de personas nada agraciadas o desaliñadas, porque (parece raro y sin jactancia) hice periodismo para la televisión local en los canales 2, 4 y 5, cuando recién empezaba a despegar el periodismo televisivo. Hago esta referencia pública a propósito del anuncio hecho por Don Alfonso Espinosa de los Monteros de que dejará, definitivamente, el 1 de mayo al periodismo televisado, en cuyo homenaje y al de Milton Sevilla, escribo esta nota poco conocida, de los inicios de TELEVISTAZO que por largos 56 años ha informado de los hechos más destacados registrados en Ecuador y el mundo. 
 
Digo Don, porque siempre debe ir aparejado al nombre de una persona, no a su apellido; para nuestro caso, Don Alfonso (NO Don Espinosa) un Gran periodista, un Gran Señor, un Gran Hombre, un referente de la televisión ecuatoriana, una historia viva del periodismo nacional, aunque los mezquinos trollers mequetrefes pretendan restarle valores humanos y profesionales, mofándose de su edad. 
 
EN LA REVISTA
 
El canal 2 o Canal del Cerro (por su ubicación en el cerro del Carmen) nació perteneciendo al Grupo Editorial Vistazo, de propiedad de ENSA (Editores Nacionales S.A. dirigida por Xavier Alvarado Roca) que publica hasta ahora las revistas Vistazo, Estadio y Hogar, y otras más. La Redacción inicial de Televistazo --que salió al aire a las 13:00 del miércoles 1 de marzo de 1967—estuvo en un aparte de la Redacción de Vistazo, de Aguirre y Boyacá, en cuya planta baja funcionaba Senefelder, la imprenta de los Alvarado.
 
Carlos Cisneros Cuadrado, periodista investigador de planta de la revista Vistazo se encargó de escoger al primer <equipo> de Televistazo que integramos con él, Roberto Román Valencia (+), Alberto Maldonado, en Quito, y quien escribe esta nota. Tres escritorios estaban dispuestos con tres teléfonos, una guía telefónica, un teletipo que nos proporcionaba noticias del mundo, una regla para seleccionar informaciones del exterior y cajas de papel carbón y de copias sobre ellos. Entrábamos antes de las 7 de la mañana y a las 12:00 debíamos despachar scripts, fotos y películas a la estación central de la televisora, en el cerro del Carmen.
 
Don Alfonso Espinosa de los Monteros, quien daba --como hasta el presente-- las noticias, antes de las 10h30 debía estar cada mañana en la redacción de la revista para familiarizarse con las noticias nacionales que él debía leer a los televidentes, que los periodistas le habíamos investigado, recogido y escrito. El propio Espinosa explicó en su momento: “Me quedé todos estos años en la televisión justamente porque encontré una forma de realización total, el mundo de la comunicación para mí siempre fue un mundo muy atractivo por su condición de servicio a la comunidad y, en definitiva, eso me ha permitido permanecer 50 años (...)”. Muy difícil no dejarse atrapar de esa pasión que dimana del ejercicio del periodismo.
 
SIN VIDEO Y SIN SONIDO
 
Luego de recabar y confirmar los hechos que convertíamos en noticias las escribíamos formando un script (Un original con 7 copias) para don Alfonso y los diferentes controles en la planta del cerro, textos que incluían PAUSAS con determinación de tiempo porque su lectura debía coincidir con los gráficos, pegados en cartones que enfocaban las cámaras. En aquellos tiempos NO existían videos…
 
Cuando la noticia era filmada y hacía referencia a las imágenes de alguna película, el asunto se tornaba complicado, por la ausencia de sonido. Siempre de un día para otro, porque no existía el video – tape y aún no había micro onda disponible. Las imágenes activas eran filmadas en cámara de 8 mm cuyos rollos se enviaban a revelar a Panamá (de un día para el otro), películas que se rodaba en un proyector de tele cine, que Espinosa de los Monteros tenía que ver y leer, memorizar el script para ajustar tiempos de imágenes y voz. La televisión actual no <padece> de esas deficiencias tecnológicas de entonces, que se suplen hoy hasta con una filmación hecha con un teléfono celular con sonido incorporado. Las filmaciones ya editadas no tenían sonido, lo daba la planta y la voz de Espinosa, de acuerdo al contenido. Ahora, con un celular en la mano, nos puede parecer risible que así haya sido el inicio del periodismo televisivo en el país, pero así lo fue realmente en Guayaquil.
 
Televistazo como noticiario fue tomando su propia identidad con equipos de innovadora tecnología y personal preparado para ejercer el periodismo de televisión. Creció y no paró de crecer hasta ahora, convertido en un informativo de formato ágil de emisiones en la mañana, al mediodía y en la noche, hoy a las 19h00 y antes hubo una transmisión a las 23h00.
 
 
 
               Milton Sevilla, de TELEAMAZONAS, reporterismo en las calles de Guayaquil.
 
 
TELEAMAZONAS Y MILTON.
 
Nosotros continuamos en lo que era nuestro, en el reporterismo escrito en EL TELÉGRAFO, como corresponsal en diario EL TIEMPO de Quito y para la Agencia Ecuatoriana de Prensa (AEP) de propiedad de Pedro Iglesias Caamaño (+) y bajo la conducción periodística de Bernardo Morales Garcés (+). Más tarde, desaparecida AEP que devino en ANE (Agencia de Noticias del Ecuador), bajo la dirección y producción del mismo Morales.
 
Como toda agencia de prensa del mundo, AEP vendía su producción a diarios, televisoras y radios del país, pero TELEAMAZONAS, que nace en Quito el viernes 22 de febrero de 1974 luego de que Antonio Granda Centeno adquiere la señal de la HCJB que nació como televisora cristiana, 
adicionalmente contrató los servicios de por lo menos dos coberturas diarias, con imágenes propias, de sucesos registrados en Guayaquil, donde aún no tenía una planta productora de noticias, como sí la tenía TELEVISTAZO en Quito. El canal capitalino entró a competir en Guayaquil.
 
Iglesias me propuso esas coberturas <<adicionales>> para la TV que terminaron siendo parte de mi tarea diaria de reportero y fue así como aparecí en las calles de la ciudad con un micrófono en la mano reportando para el canal 5 de TV y contactando entrevistas políticas, sin dejar las labores de reportero de diarios y sin recibir sueldo adicional.
 
Esto duró muy poco tiempo porque se produjo lo que tenía que producirse: Un feo no podía estar en la televisión. Un buen día de Dios apareció un <técnico>, <experto> o <entendido> en estos menesteres, de nacionalidad argentina, quien desde Quito me exigía maquillaje encima, la postura que debía mostrar y hasta el <lado positivo> de mí rostro, que debía mostrar al momento de transmitir el mensaje. Eran recomendaciones que el fulano argentino no podía imponérmelas porque yo NO era servidor de TELEAMAZONAS sino de Agencia Ecuatoriana de Prensa, que producíamos noticias escritas. Ambos hicimos un último esfuerzo por sostener esa relación, conversamos en dos ocasiones hasta que finalmente rompimos. Mirando los hechos bajo la lupa de la idiosincrasia muy nuestra, el argentino no podía exigirme que sea lo que no soy, una vedette de la televisión porque, además, no estaba preparado –con o sin maquillaje-- para realizar esa actividad, tal como me lo proponía. Solo era un reportero y lo sigo siendo hasta ahora, el reportero de siempre, de toda la vida, que anda en busca de la verdad. ¡Para qué más! Siempre fui periodista, NO una vedette de televisión.
 
TELEAMAZONAS, finalmente, abrió sus oficinas en Guayaquil y mi gran amigo el periodista licenciado Milton Sevilla llenó las aspiraciones y necesidades comunicacionales de ese medio televisivo y también las exigencias del experto argentino. Milton fue mi buen amigo, hoy fallecido, es y será otro referente del periodismo televisivo de Guayaquil: Sus huellas aún se aprecian y se las extraña en las calles de esta gran ciudad.
 

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