EL HOMBRE VACUO.../ EDITORIAL DE ANTONIO MOLINA CASTRO

 

 

 

 

¿Tendrá idea de lo que el niño le expresa inocentemente en su camiseta?

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La Patria boba

El hombre vacuo…

Por ANTONIO MOLINA

 

     Dediqué este domingo a revisar contenidos de los acontecimientos que sacuden al mundo en los portales globales de comunicación y de paso enterarme de los dimes y diretes de la gente sumergida en el mundo surrealista de las redes sociales, que en muchas ocasiones distraen y entretienen, que --a más de provocar asco-- sirven también como pulso para medir el comportamiento humano, del que no puede desentenderse nadie que haya pasado su vida comunicando al prójimo e intentando comprender ese mensaje escondido que el hombre lleva a cuesta, que la psicología de masas desentraña y procura entender.

     Todo iba bien, hasta que en Twitter me topé con la cuenta @Tik tok/correistamuerte, del 22 de octubre, que difundía una declaración del ex presidente RC a la agencia EFE en que decía “Le insisto con toda humildad, pero objetivamente, el que tiene el capital político soy yo”. Así, olímpicamente, con el tono de un Luis XIV, que en la Francia imperial decía “El estado soy yo”. Me atrapó la frase y terminé leyendo el mensaje que decía con cinismo y audacia, que “una cosa es una elección con Correa en Ecuador y otra sin Correa”. A despecho de sus seguidores, soy periodista NO borrego…

     La red se llenó de vejámenes burdos e insultos  NO publicables, más por respeto que por mojigatería, a los que él está acostumbrado. Alguien coincidió con él en que --de a verdad-- él tiene el capital robado y no el político y otro menos sarcástico y más político aseguró que “Ecuador lucha contra el Neoliberalismo de los años 80 y 90, que está de vuelta” y que “en la mayoría de países latinos ha vuelto la izquierda gracias a la ineptitud de la derecha, que siempre repite la misma receta con los mismos nefastos resultados”.

     También le pidieron que regrese, pero a la prisión de Latacunga; que traiga abrigos para el frío. Otros le recomendaron que no vuelva porque lo pueden recibir a huevazos y subieron videos de la hueviza en la Merced, en Guayaquil; pero sus trollers lo defendían y aseguraban que él no era prófugo porque nunca libraron una boleta de captura, lo que indica que, para el correísmo, tiene más valor una BOLETA de captura que una sentencia en firme y un pedido de extradición del Estado. Se dio un debate en redes, más que interesante… Pero, lo grave subyace en la atormentada vida que debe llevar este hombre vacuo…

     Existe una teoría más antigua que la prostitución, la que concibe a la culpabilidad como un nexo de carácter psicológico entre el autor y su acto. En consecuencia, habrá culpabilidad cuando se compruebe que la voluntad del autor es causal del hecho ilícito; pero RC se considera inocente, víctima de persecución política, y recorre el mundo propalando ese mensaje. Esos desplazamientos cuestan tanto como las estadías y el resto de la parafernalia y la logística de movilización. Con el dinero de los autoexiliados (sin importarnos procedencia) se hacen películas, documentales e imprimen libros a través de empresas en que toda la banda correísta es accionista y lanzan al mundo el mismo mensaje de la “persecución política”; pero, obviamente, desconocen la herencia de violencia que nos dejaron al permitir que los carteles fundan los cimientos del narco Estado y consoliden la Republiqueta de papel.

     Son adalides del Lawfare y se victimizan internacionalmente para culpar al Estado ecuatoriano como un ente salvaje y NO a sus enemigos políticos que dirigen los Gobiernos adversos y echan mano a todo para mostrarse angelicales, con aureolas en la cabeza; pero, jamás cuantifican lo robado porque para ellos fue –y sigue siéndolo—normal que una obra que vale 987 millones de dólares, los ecuatorianos terminemos pagando 3.311 millones, 3.333 veces más del costo original, que no es invento mío, sino que eso cuesta la construcción de la central Coca Codo Sinclair, que tiene además 17 mil fallas y que en menos de 5 años terminará derrumbada, llevándose los oleoductos y algunas poblaciones orientales.

     No se trata de que nos guste o no RC. Se trata de tener dimensión del daño causado al país, no a sus seguidores políticos ni a sus partidos. Se trata de que a su edad tenga conciencia de lo que él es, de su propio valor, que alcance a comprender valores éticos como “culpabilidad” y “responsabilidad”, que NO pueden que ser ajenos a su sórdido origen de proceder de un padre “mula” al que agredió antes de empujarlo al suicidio. El hombre vacuo es un hombre vacío, que envejece atormentado, apartándose de un Dios y su doctrina de la que se sirvió solo para engañar a sus semejantes. Personalmente, NO creo que vuelva, porque su conciencia –si efectivamente la tiene—lo ata inexorablemente al ático de Bélgica.