CARLOS ARAUZ, "EL LOBO" UN EJEMPLO DE HONESTIDAD Y DE PRINCIPIOS ÉTICOS Y MORALES.

 

 

 

Antonio Molina Castro entrevistando a Carlos "El Lobo Arauz, en presencia de Víctor H. Briones y Walter González

Poeta, escritor y periodista

CARLOS ARAUZ, “EL LOBO”, UN EJEMPLO DE HONESTIDAD Y DE PRINCIPIOS ÉTICOS Y MORALES

 

La tarde de ayer, tuvimos la oportunidad de visitar la modesta vivienda de un ser sencillamente genial, una persona que desprende la honestidad, en todo el sentido de la palabra y el amor que profesa por su familia, nos referimos a Carlos Arauz Basantes, quien, a sus 92 años, nos recibió con amabilidad junto a su esposa Eugenia Martínez Valarezo y sus hijas: Amparito, Rosamel y María Eugenia Arauz Martínez.  

 

Poeta, escritor y periodista, “El Lobo” como cariñosamente conocemos a nuestro personaje, nos habló de sus experiencias en el campo de la poesía, el periodismo, su ideal y su veneración al Todopoderoso, porque “gracias a Él, continua en la tierra con las personas que lo adoran”.

Antonio Molina y Carlos Arauz, amigos de tantos años se reencontraron para recordar sus vivencias
 

La poesía de Arauz “es personal e intransferible de amor-humor, fuego pirotécnico y pasión” escribió Rafael Díaz Icaza (+), cuando presentó CUADERNO CUBANO DE POEMAS, agregando que, “en esta línea, él ha realizado poemas que vivirán más allá de las corrientes y las modas literarias, como la Oda a la Cuchara”.

 

Carlos Arauz en una entrevista no programada de su amigo Antonio Molina Castro, ex editor del diario Meridiano; el periodista Víctor H. Briones Jaramillo y el autor de esta nota, contó, cómo ingresó al periodismo, para después laborar en los periódicos: El Universo, Expreso y Meridiano, así como también en la Municipalidad de Guayaquil, en la administración del alcalde Antonio Hanna Musse y de su amigo Arturo Suárez Pareja, director del área de Relaciones Públicas, en aquel entonces. 

                                                  Con su inseparable esposa Eugenia Martínez Valarezo
 

 

También, recordó su época de reportero cuando cubrió algunos eventos trascendentales del país, por ejemplo: La Masacre de los trabajadores en el ingenio azucarero AZTRA, entre otras interesantes historias.

 

Manifestó que fue el dramaturgo Fernando Cazón Vera, quien le motivó a continuar en la senda de la poesía, al leer su primera obra titulada LA VIDA TRAE PALABRAS, que después siguieron decenas de libros editados por la Universidad de Guayaquil, la Casa de la Cultura Núcleo del Guayas, la Municipalidad y algunos que fueron pagados de su peculio.

 

Arauz, ha viajado por algunos países de América y el mundo, pero dice que más le llenó de emoción, cuando estuvo en Sao Paulo-Brasil, en un evento internacional de Relaciones Públicas, dictado por especialistas internacionales de esta rama de la comunicación.

 

Fue una tertulia de recuerdos y anécdotas, acompañado de risas y tristezas. Más nos llamó la atención -aparte de la lucidez con la que narra los pormenores- fue la forma de cómo analiza la vida y su pensamiento frontal ante las acciones que le ha tocado vivir, cerca del centenario de su provechosa existencia, dejando ver el cansancio que refleja su cuerpo cerca del ocaso de su peregrinación en este valle de lágrimas.

 

Así como también, nos referimos a colegas y amigos que han partido a la eternidad y con quienes departieron momentos de alegría al término de sus labores cotidianas en los diarios guayaquileños.

 

                                                 Su adorable familia, Carlos Arauz con su esposa y sus tres hijas
 

 

Este es Carlos Arauz Basantes, “El Lobo Arauz”, una persona que se hizo a pulso para llegar lejos. Hoy disfruta de su familia, entre textos de verdaderos hombres de izquierda y libros de poesías que ocupan las mamparas de su biblioteca personal, porque, además, este prosista vive comprometido con la construcción de un mundo más justo para todos los ecuatorianos.

Hemos cumplido con esta visita para demostrarle al “Lobo Arauz”, nuestro sentimiento de gratitud a quien se lo merece en vida, porque todo reconocimiento debe ser así, espontáneo y sincero. Gracias Lobo Arauz, por ese legado que dejas a tu familia y a todos quienes te conocemos de verdad.

 

¡Gracias compañero de vida! 

 

 *Las gráficas para el recuerdo pertenecen al prestigioso fotógrafo profesional José Escobar Jr.

 

 

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