GUILLERMO LASSO EN SU PROPIO LABERINTO / EDITORIAL DE ANTONIO MOLINA CASTRO
El presidente Lasso anunciando a los periodistas que no va “la muerte cruzada”
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La Patria boba
Lasso en su propio laberinto
Por ANTONIO MOLINA
Paradójicamente, las sentencias populares, como aquella de que “los pueblos son dignos del destino que escogieron”, por una inexplicable ósmosis, arrastran a los gobernantes que eligieron y casi como que los impele a cumplir con ese atávico y extraño mandato.
El pueblo votó por Lasso hace once meses exigiendo implícitamente un cambio, que hoy le es esquivo para el demandante y para el demandado. En tan corto lapso no pueden cambiarse 17 años de corrupción y latrocinios, pero es urgente y necesario hacerlo para evitar la anomia y el sobreviniente estallido social. No puede cruzarse de brazos y hacer la del avestruz, tiene que encontrar salida a su laberinto.
Estadísticas y realidades están a la vista: No hay trabajo, oportunidades ni emprendimientos. Pobreza y miseria van de la mano por todo el país. La inflación –en almacenes y tendidos—nos agobia. Los ingresos del Estado (US$ 9.000 por años) sólo sirven para pagar la irresponsable deuda externa --contratada durante la bonanza petrolera que pagó el boato-- y queda muy poco para la obra pública, que habría dado mínimos puestos de trabajo. El agro está abandonado. Los créditos pomposamente anunciados están volviéndose un mito. La guerra Rusia – Ucrania terminó de jodernos al cerrarse las exportaciones de banano, flores y camarones. El petróleo subió de precios, pero tenemos que importar crudo para producir nuestras propias gasolinas y derivados, como aceites y fertilizantes.
La institucionalidad nociva contenida en una Constitución garantista de la impunidad, disfrazada de derecho ciudadano, tiene enfrentados a los dos Poderes del Estado más importantes: la Asamblea Nacional y el Gobierno. Los legisladores (acusados de chantajistas y ladrones) atándolo al Gobierno al no tratar las leyes que el país necesita para despegar y el Ejecutivo amenazándola con la “muerte cruzada”, consulta popular o gobernar a base de decretos como si no existiera. Ambos esperan la oportunidad propicia para darse el zarpazo final.
La causa del enfrentamiento: La Asamblea pretende tomarse los organismos de control del Estado (CPCCS, Contraloría, Fiscalía, Consejo de la Judicatura) para volver al Ecuador del 2017 y otorgarles aureolas de santificación a los políticos corruptos e inmorales sentenciados y prófugos. Un simple borrón y cuenta nueva…
¿Qué hacer?... Es la tercera ocasión que el Presidente pierde la oportunidad de llamar a “muerte cruzada” para enfrentar su problema de gobernabilidad y, más bien, confunde debilidad con democracia, precisamente, cuando tiene frente a sí a delincuentes que se han capacitado en política, con mención académica en “marrullerismo”… La casta politiquera sería golpeada de algún modo si por lo menos reformamos el Código de la Democracia: Que los legisladores sean elegidos en la segunda vuelta electoral… Acabaríamos con tronchas, amarres y chantajes.
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