FATULY SACÓ EL NOMBRE DE COQUIN ALVARADO DE LO ALTO DEL EDIFICIO DE FACSO

 

 

La “Turca Falseta de Portoviejo” obedeció a su amo

LA FATULY SACÓ EL NOMBRE DE COQUÍN ALVARADO DE LO ALTO DEL EDIFICIO DE FACSO PARA PONERLE A UN AUDITORIO.

A los 42 años de su histórica Fundación y a dos meses de conmemorar 3 décadas de la inesperada partida del creador de la FACSO, Carlos “Coquin” Alvarado Loor, el primer edificio de aulas que llevó su nombre, hoy luce así, como está en la gráfica, quitaron las letras con el cual se identificaba a la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de Guayaquil, en sus propios predios de Mapasingue.

 

Este fue el funesto trabajo de Saadda Fatuly, que llegó al decanato de la gloriosa FACSO, de la mano del interventor discapacitado que también dirigió la primera Universidad del país, con guardias privados y con un cerramiento de hormigón y hierro, cuestionado también por sobreprecios por la Contraloría General del estado, que impide el ingreso a cualquier guayaquileño y ex servidores.

Argumentan que las letras fueron quitadas para darle “mantenimiento”, pero la “Turca Falseta de Portoviejo”, cayó en desgracia con quienes le rendían culto, como siempre 4 pelagatos, ambiciosos e ineptos pelafustanes y lambones, que le hicieron creer que seguiría de decana por algunos años, los mismos que ahora sacan a relucir sus “maldades”.

 

A Fatuly y su grupo, se le cayeron todas las ilusiones, hizo lo que le daba la gana y ordenaba desde su hacienda, vía celular, lo que se debía hacer en la unidad académica.

Por esto y por muchos cuestionamientos, es que salió despavorida presentando una disponibilidad que era requerida hace años por la comunidad.

Antes dejó hecha la grande, como se dice en el argot popular, dejó sin nombre a la FACSO CARLOS “COQUÍN” ALVARADO LOOR, obedeciendo a su amo y vecino Passailaigue, expresando que esto es “prohibido”, cuando estuvo por décadas en lo alto de aquel bloque.

¡Y lo más preocupante es que nadie reclamó!!!

¿Dónde estaban los fieles defensores de la FACSO, coquinistas y albistas?

¿Por qué temían a esta mujer que, en la época del líder estudiantil fallecido, suplicaba una cátedra, cuando su esposo el finado Luis Fernández ya laboraba como docente? 

 

 

Deshonraron su memoria y dizque le pusieron a un auditorio develizando una foto, que siempre estuvo allí, desde su muerte.

Además, la galería de decanos que estaba ubicado en el Salón Azul, contiguo al decanato, también desapareció.

Han hecho en la Facultad lo que nunca debieron, quienes la dirigieron en los últimos años, jamás fueron con intenciones de sacarla adelante, sino por beneficio propio, pues más pudo la ambición del vil metal que la academia.

Figúrense estimados feligreses, que si viviera Coquin ya estuviera el Centro de Convenciones en el lugar donde está la Asoprofacso, el bar y el penthouse que costó varios miles de dólares, cuando no hay ni agua en los baños y hasta la maqueta la desaparecieron. ¡¡¡ Allí se estancó y nadie siguió la línea del progreso!!!

Esperamos que la Magister Consuelo Vergara Torres, Vicedecana de esta Facultad, ordene poner el nombre de COQUIN, en el lugar que corresponde por ser el eterno decano y el mentalizador de lo que es hoy la FACSO.