DESAPARECE EL CORO DE LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL
Más de cuatro décadas de legado coral tirados al tacho de la infamia
DESAPARECE EL CORO DE LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL
Enrique Gil Calderón, nació en Guayaquil, el 14 de mayo de 1935, fue el creador y primer director del Coro de la Universidad de Guayaquil y fundador de movimiento Coral en el Ecuador. Fue hijo del novelista Enrique Gil Gilbert y de la pintora Alba Calderón Zatizábal.
Sus estudios los realizó en el Conservatorio de Guayaquil, se especializó en piano, y luego estudió corno francés, durante sus años de estudio formó parte de orquesta y coro.
Se especializó en Dirección Coral en el Conservatorio de Música Pyotr Il'ich Chaikovsky en la cátedra del maestro Boris Tevlin, Moscú.
A lo largo de sus 40 años de trayectoria profesional formó coristas de diversas edades, enseñando personalmente o facilitando becas internacionales para continuar estudios fuera de Ecuador.
Enrique Gil forjó su presencia a nivel nacional e internacional a través de las innumerables giras que realizó con el Coro de la Universidad de Guayaquil.
EL CANTO CORAL HERMANA A LOS PUEBLOS
Consiguió hermanar a los pueblos de Latinoamérica y del mundo a través del Festival Internacional de Coros EL CANTO CORAL HERMANA A LOS PUEBLOS, del cual fue su fundador en 1972.
Colombia, Argentina, España, Chile y Polonia, entre otros participaron anualmente en este evento internacional.
Esta entidad formó músicos de nivel profesional y cuenta con su propia Orquesta de Cámara.
El salón de ensayos de la Casona, donde estudiaban, se afectó tras el terremoto del 16 de abril de 2016.
PREMIO EUGENIO ESPEJO
El 18 de noviembre de 2008, recibió del presidente de la República Rafael Correa, el Premio Nacional de Cultura Eugenio Espejo, después de trece años de haber sido elegido merecedor de este galardón, en el gobierno de Sixto Durán Ballén en 1995.
DOCTOR HONORIS CAUSA
En el 2008, recibió el doctorado Honoris Causa por los años de labor artística en el primer Centro de Educación Superior del país.
Enrique Gil Calderón estuvo casado por primera ocasión con la primera soprano Beatriz Parra Durango, con quien tuvo una hija, la soprano Beatriz Gil Parra, Máster en bellas artes, graduada en el conservatorio Tchaikovsky de Moscú.
Luego, contrajo nupcias por segunda ocasión, con la doctora Miriam Estrada-Castillo, con quien tuvo tres hijos: Abogado Alfredo Gil Estrada, Fernando Gil Estrada, Profesor de Artes con orientación en Dirección Coral y Alba Gil Estrada.
Siempre quiso que la música coral se uniera en una sola voz en la ciudad que tanto amó, Guayaquil, la Perla del pacífico.
Don Enrique fue un hombre auténtico, su autenticidad la expresaba en su música, en su arte y en sus principios. Porque el arte, la vida, la música y los principios fueron un solo todo con él, por ser hijo de quien fue, querían que se dedicara a la política.
PADRE ENCARCELADO Y MADRE DESTERRADA
Su padre estaba encarcelado y su madre, desterrada. Enrique Gil venía de Moscú y era hijo de uno de los fundadores del Partido Comunista Ecuatoriano.
En 1968 el Dr. Otto Arosemena Gómez, presidente de la República, le llamó a Carondelet y le concedió una asignación para que el Coro recorriera el país con su canto, como así lo hizo.
PRIMERA ASIGNACIÓN
Alcanzó la asignación para grabar un disco y sirvió de base para organizar la primera gira internacional a Lima, a cantar con el Coro de la Maestra Rosa Alarco Larraburre, legendaria directora del Coro de la Universidad de San Marcos de Lima.
Rosa fue una fuerte influencia en su crecimiento como director. Más tarde y hasta siempre, lo fueron sus hermanos Guillermo Cárdenas Dupuy y Gerardo Guevara.
A esa gira le siguió la invitación de Demetrio Aguilera Malta, Embajador de Ecuador en México y uno de los “Cinco como un Puño”. Hacia México partió el Coro Guayaquil, que se dio el lujo de cantar en el Palacio de Bellas Artes, en el escenario de su emblemático Teatro.
LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL
Poco tiempo después, una nueva llamada. Gracias a la intervención de la Doctora Susana Valdivieso, es llamado al Rectorado de la siempre Gloriosa Universidad de Guayaquil y el 12 de mayo de 1972, el Ingeniero Marco Reinoso, su Rector, lo nombra director del Coro de la Universidad de Guayaquil.
Ese fue el día en que encontró su hogar artístico.
El nombre de la Universidad de Guayaquil, la Música y él, se unieron para siempre en un incomparable e incorruptible canto eterno hacia la posteridad.
Es que fue en la Universidad de Guayaquil donde al fin, hizo realidad sus sueños: “Hacer de Guayaquil una capital musical, llevar el arte a nuestra gente, a quienes nunca han oído un coro, hermanar a los pueblos a través del canto coral”, decía.
CONCIERTOS Y GIRAS INTERNACIONALES
Conciertos, giras nacionales e internacionales, el regreso a Moscú a compartir sus logros con su Maestro Boris Tevlin, recorriendo los mejores escenarios de la Unión Soviética y luego de Europa, el inolvidable concierto en la Scala de Milan, fueron los hitos mundiales que Enrique Gil y la Universidad de Guayaquil lograron juntos.
PROGRAMA DE BECAS
Gil Calderón se convirtió en sinónimo de Canto Coral, más aún, con el apoyo de Juan Carlos Faidutti Estrada, Embajador del Ecuador en la Unión Soviética estableció un programa de becas para estudiantes ecuatorianos que quisieran formarse como músicos.
Los primeros directores de coros se formaron de esa manera. Los que no podían viajar, lo convirtieron en su mentor y Maestro.
Jamás escatimó a nadie conocimientos, ni experiencia, ni partituras, ni oportunidades. Organizó varios Coros a nivel nacional, entre ellos, uno de sus más queridos, el Coro de la Escuela Superior Naval.
Murió, víctima de leucemia, en su ciudad natal, Guayaquil, el 11 de diciembre del 2008.
Tras su muerte, la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, a manera de homenaje póstumo nombró al teatro de la institución con el nombre de Enrique Gil Calderón rindiéndole tributo como uno de los artistas más importantes del Ecuador y Latinoamérica, por su contribución al desarrollo del arte coral y por el hecho de haber presidido la Casa de la Cultura durante varios años.
LA HUELLA QUEDÓ EN SU HIJO
“Dos tipos de huella en un mismo canto coral”. Así describe el director Fernando Gil Estrada al Festival Internacional de Coros El Canto Coral Hermana a los Pueblos, un trabajo que heredó de su padre, el fallecido Maestro Enrique Gil Calderón.
“El día que yo me gradué de director fue cuando mi padre me dijo: “Fernando me puedes explicar esta partitura”, porque mi padre no abordaba mucho el romanticismo, en cambio yo soy un apasionado de este y del barroco”, recuerda su hijo, quien tomó la batuta de su padre y continuó con el Coro de la Universidad de Guayaquil y todo el trabajo que realizaba su progenitor, hasta octubre del fatídico 2021 en que las nuevas autoridades universitarias decidieron desaparecer un trabajo que fue aplaudido y reconocido a nivel internacional.
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