LOS HOMBRES DEL CAOS/LA PATRIA BOBA/EDITORIAL DE ANTONIO MOLINA.
La Patria boba
Los hombres del caos
Por ANTONIO MOLINA
Enoja a la gente de bien cualquier palabra fuerte, como por ejemplo, pendejo o cojudo, y lo entiendo; pero, ¿cómo hacernos entender en esta republiquita no solo diversa en nacionalidades étnicas sino en conglomerados ideológicos y amplia fragmentación política?... que además está poblada de tótem del análisis político, sociológico, antropológico y de la conducta colectiva del hombre. Estamos ante una singularidad muy “ecuatorianísima” que el vulgo sabio lo reconoce como el Contreras nato, el ciudadano que está en contra de los que están en contra.
Guillermo Lasso (CREO) captó el Poder Ejecutivo, es el Presidente Constitucional elegido por la mayoría de ecuatorianos (52.36% de votos), reconocido como triunfador por su adversario del correato, Andrés Arauz (47.64%). La tercera opción en esta lid democrática la obtuvo Pachakutik, el brazo político-electoral de la CONAIE, la que aglutina a todas las organizaciones representativas de los pueblos ancestrales (indios, montubios y negros) que representan el 7% de la población.
Gracias a entendimientos PK captó el Poder Legislativo a donde se llega para legislar y fiscalizar y nada más. La “gobernabilidad” no consta como función de la Asamblea, sin que aquello sea impedimento para buscar el bienestar de la Nación, objetivo de toda organización política honesta.
Para entendernos mejor habrá que hacer señalamientos muy puntuales: el 24 de mayo Lasso asumió la Presidencia, el 26 estalla el reclamo indígena en Carchi por el alza de los combustibles; el 27 la CONAIE anuncia para el 11 de junio la paralización del país, lo que implica cierre de vías, paralización productiva y comercial, refriegas con la fuerza pública para el mantenimiento de la paz. A pocos días de gobierno será una medición de fuerzas entre el orden y el caos
Que PK nos responda: 1).-Cómo dar trabajo a los desocupados e informales y vacunarnos contra el COVID en medio de refriegas callejeras, del tumulto y el saqueo 2).- Quién podrá invertir en un país convulsionado, con muertos, heridos y presos 3).- Añoramos el masoquismo genético que nos legó el colonialismo maldito de 500 años.
La sensatez, que finalmente se impondrá en el país que anhela la prosperidad colectiva, no impedirá que un Gobierno legitimado demuestre que el Estado es enérgico a la hora de evitar la disolución nacional. Sin embargo, debería revelarle al país los informes de inteligencia que hablan de los montos invertidos en la organización de la anarquía y las identidades de los hombres que organizan el caos.
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