LA PATRIA BOBA EDITORIAL DE ANTONIO MOLINA SOBRE EL 30S
Antonio Molina Castro, destacado editorialista guayaquileño
La niña Megan…
Por ANTONIO MOLINA
¿Recuerdan a la niña Megan?... Hoy 30 de septiembre del 2020 cumplió 10 años de edad en medio del regocijo de los seres que la aman. Ella nació hermosa y llenó de alegría a sus padres y no tuvo la culpa de nacer el día que la tiranía instituyó la Gran Farsa del golpe de Estado y del intento de magnicidio, un día de vergüenza nacional porque nació la corrupción más grande que puede darse en una sociedad: politizar la justicia.
El Estado de propaganda rodó por todos los medios audiovisuales del país el video del nacimiento de la niña Megan asegurando que <<querían que no nazca>> pero que por esas fuerzas extrañas del destino ella nació <<el día que el país volvió a nacer>>, justo <<el día que triunfó la democracia>>, el 11 de septiembre del 2010, cuando el tirano ensoberbecido y fuera de sí se rasgó la camisa, mostró su pecho y pidió a los policías –que protestaban por una rebaja salarial en el Regimiento Quito-- que le disparen; ingresó al convulsionado cuartel, lanzó arengas y amenazas antes de recluirse en el hospital de la Policía contiguo al regimiento y allí permaneció simulando que estaba secuestrado.
La niña Megan no tuvo la culpa de nacer ese día en que murieron 10 compatriotas y otros 200 quedaron heridos. Ese día comenzó la cacería humana más infame para apresar, procesar y condenar a 187 policías (aún faltan 38) a quienes se los juzgó de los delitos más atroces contra el Estado: sedición, rebelión, terrorismo, atentado contra la seguridad pública, golpe Estado, conspiración y los demás delitos inimaginables por reclamar el recorte de beneficios laborales. Acabaron con sus familias, con sus proyectos de vida, con sus sueños y esperanzas. Todo esto empezó justo el día que nació la niña Megan…
De aquellos <<alzados>>se distinguen 6 procesados y sentenciado a quienes el tirano les envió un emisario con el ofrecimiento del indulto total a cambio de tres cosas: 1.- Debían declararse culpables de toda culpa, aun siendo inocentes; 2.- Pedir perdón públicamente, una condición ineludible de todo ególatra; y, 3.- Declarar que el autor intelectual del alzamiento policial era el ex Presidente Gutiérrez.
Mostrarse dignos ante el tirano les valió 12 años de prisión que empezaron a cumplir desde el día en que nació la niña Megan. Pero más allá de esa dignidad que sacude todo estoicismo, los 6 fueron condenados con pruebas forjadas, con testimonios falsos de testigos comprados, con videos editados en televisoras privadas, con montajes de fotos en fotoshop para hacer aparecer a los acusados en el lugar de los hechos cuando realmente estaban muy distantes. La niña Megan nació justo este día en que se consumió tanta falacia.
Urdir pruebas costo 1.6 millones de dólares, pero lo más caro fue corromper políticamente a la justicia. 162 jueces y fiscales y otros 213 empleados y funcionarios de la tiranía. Aun no podemos superar esta herencia maldita que nos dejó la tiranía de establecer en Ecuador la peor de las corrupciones, convertir en una cloaca a la justicia ecuatoriana, lo que explica por qué tantos delincuentes políticos creen que viven en un paraíso de impunidad.
Estaría gozoso celebrando el cumpleaños de Megan el día que se dé la reparación integral de los daños que el tirano le impuso a las víctimas del 30-S. La sociedad deberá revertir esa fecha triste de la Patria el día que se juzguen estos los hechos como crímenes de lesa humanidad.
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