EL PREMIO EUGENIO ESPEJO DEBE SER PARA FRESIA SAAVEDRA
Fresia Saavedra, maestra incomparable cuya estrella se ha mantenido brillando por más de 7 décadas dentro y fuera de los límites patrios dejando su nombre y el de nuestro país muy en alto, nos sigue deleitando con una envidiable fortaleza y admirable entrega, justificando en las tablas el merecido aplauso, cariño y admiración del público que la aclama y reclama reconociendo el talento y la valía de su amada artista, es la que merece el Premio Eugenio Espejo 2020.
Sus compañeros de arte y conocedores de la loable labor formando juventudes con total e íntegra dedicación y esfuerzo, protestan por la decisión del Ministerio de Cultura y el Gobierno ecuatoriano, al excluirla de la terna como posible ganadora del premio Eugenio Espejo, un galardón que deberían concederle sin necesidad de competir con nadie, ya que a sus años aún sigue aportando enormemente como muy pocos, al engrandecimiento cultural del Ecuador y el mundo.
Sin afán de desmerecer a ninguno de los candidatos, insistimos por todos los motivos expuestos que el reconocimiento debe ser entregado sin reparos a quien con tanto mérito sigue dando su vida al país con infinito amor y verdadera vocación.
INIGUALABLE TRAYECTORIA
Fresia Saavedra Gómez, llegó a los 86 años de edad en medio del aplauso de su público que aún la mantiene activa en los escenarios del país.
Nacida un 8 de septiembre de 1933 fue la tercera de una familia de 7 hermanos, dentro del hogar conformado por Emilio Saavedra y la Susana Gómez.
ÚNICA ARTISTA EN LA FAMILIA
Fue la única artista de todos sus hermanos. Tras ganar un concurso, siguió cantando en la escuela y el colegio y no fue sino hasta los 14 años, que radio Cóndor decidió contratarla para ser artista de planta con un sueldo de 120 sucres. “En ese tiempo era un platal “, comentó la artista.
Su primer disco lo grabó en el año 1949 en esa misma emisora, la cual estrenaba una grabadora para discos. ‘Ya no me quieres, todo ha pasado’, fue su primer single. Desde entonces su carrera subió como la espuma. Su voz aterciopelada arrancaba suspiros de todos sus fanáticos que veían en ella una embajadora de la música nacional.
SOLO MÚSICA ECUATORIANA
Siempre prefirió la música ecuatoriana, aunque grabó todo género incluyendo el tropical, cantó con Blanca Palomeque ‘Destino cruel’, el cual sonó en Ecuador y Colombia con mucha fuerza. A través de su vida compartió con grandes cantantes como Julio Jaramillo.
“Si él no hubiera grabado conmigo, nadie lo hubiera conocido como cantante. Él siempre iba a las radios a verme cantar y en mi casa ensayaba canciones con Washington Murillo, productor de la casa disquera de discos Cóndor. El primer tema de JJ, lo grabó conmigo: ‘Pobre mi madre querida’, el cual fue éxito rotundo”, dice orgullosa.
Además compartió el escenario con artistas de la talla de Carlos Rubira Infante, Gonzalo Moncayo, Maruja Mendoza, Consuelo Castillo, Máxima Mejía, entre otras.
“No sé cuántos temas he grabado, pero sé que se acercan al millar de melodías si es que no son más”, recalcó.
Doña Fresia se casó y se divorció de Washington Murillo con quien tuvo a su hija Hilda Murillo.
70 AÑOS CANTANDO A LA PATRIA
“Llevo 70 años cantando a la patria y casi el mismo tiempo trabajó en el Magisterio como profesora de música enseñando a los nueva generación el arte del canto y al amor a la música nacional”, comentó.
Doña Fresia dice que su voz es natural, que no usa ningún secreto para cuidarla y que es Dios que le dio esa bendición. “Seguiré cantando hasta que el público me quiera ver y hasta que Dios me dé la voz para seguir haciéndolo”.
Creció en las calles 9 de Octubre y Córdova, cerca de todo, cuando la ciudad era pequeña. “Ahora se ha hecho grande”, sostiene.
La historia de esta cantante, maestra y compositora, es un tanto similar a la de Guayaquil. Con el tiempo también se hizo grande. Fresia Saavedra es una de las figuras más relevantes de la música nacional. Grabó infinidad de discos y canciones ha paseado su voz por todo el Ecuador y el exterior.
MAESTRA JUBILADA
Aunque se jubiló de su trabajo de maestra de escuelas fiscales, que ejerció por décadas, transmitía su legado a los jóvenes que desean convertirse en cantantes.
Su misión, así como la de otros artistas que ‘aman’ la música ecuatoriana debe, “continuar para que la juventud no la deje caer, no la olvide, no la deje morir”, dice con nostalgia.
A Carlos Rubira Infante, Nicasio Safadi, Julio Jaramillo los tiene muy presentes por su calidad profesional y por el talento en cada uno de ellos.
GRANDES DEL PASILLO
La Señora del Pasillo, como también se la conoce a doña Fresia, aún se siente con toda la vitalidad para seguir cantando, pero es consciente de que hay que dar paso a las nuevas generaciones.
Hace 3 años, en el 2017, en los bajos del Museo de J.J. tuve el privilegio de reunirla con dos de sus grandes amigos, el mejor compositor ecuatoriano Carlos Rubira Infante (+) y el periodista Dr. H.C. Hugo Delgado Cepeda (+), quienes recordaron con anécdotas, risas, bromas y canciones, sus grandes trayectorias.
La idea nació del periodista, historiador y tradicionista guayaquileño Hugo Delgado Cepeda, quien el 4 de julio cumplió los 98 años de edad y se acordó que es mayor que el compositor y cantante Carlos Rubira Infante, por dos meses, pues cumplía los 96, el 16 de septiembre, y de la siempre bella y risueña Fresia Saavedra, que también el 8 de septiembre arribó a los 84.
El encuentro fue en la planta baja de las instalaciones del Museo del inmortal Julio Jaramillo, antes ya nos habíamos puesto de acuerdo con la gran cantante Fresia Saavedra, para este encuentro, que resultó genial, pues los dos artistas y el investigador, rieron, se abrazaron, se hicieron bromas y hasta cantaron antes de despedirse.
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